Altos oficiales de seguridad de naciones del Caribe, miembros del Sistema de Seguridad Regional, sostuvieron una reunión de alto nivel en Santa Lucía, centrada en fortalecer la cooperación regional, mejorar el intercambio de información y aumentar la capacidad de la región para hacer frente a los retos de seguridad actuales.
“No podemos dar por sentado que la región del Caribe seguirá siendo una zona de paz. Espero que el RSS siga creciendo y fortaleciéndose, porque no hay sustituto para la unidad y la labor de la agencia” afirmó el Primer Ministro de Santa Lucía y secretario temporal del consejo de ministros del Sistema de Seguridad Regional, Phillip J. Pierre.
LEA MÁS: Cuenta regresiva: Despliegue de Trump en el Caribe tiene los días contados
El RSS fue inaugurado en 1982, y cuenta con miembros fundacionales como Antigua y Barbuda, Barbados, la Mancomunidad de Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas. Guyana fue la última nación en incorporarse en 2022.
Dato extra: Trinidad y Tobago no es un miebro del RSS.
“Hago un llamamiento a los países de la CARICOM para que consideren la posibilidad de adherirse al tratado RSS y hagan lo mismo si queremos reforzar la integración regional y la cooperación en la lucha contra la delincuencia organizada, el blanqueo de capitales y la recuperación de activos”, afirmó Pierre.
Seguridad del Caribe
La reunión de los países miembros ocurre en un contexto marcado por el despliegue militar naval estadounidense en aguas regionales desde mediados de agosto, en las inmediaciones marinas de Venezuela. Estados Unidos ha argumentado que el despliegue está encaminado a combatir el narcotráfico en la región, cuando varias voces políticas y gobiernos como el de Colombia, apuntan a que intentan un cambio de régimen en la República Bolivariana.

Las fuerzas desplegadas, que cuentan con el grupo anfibio listo y más de 4500 marines, más la Fuerza de Tarea Conjunta del Comando Sur de los Estados Unidos, también han ejecutado siete ataques cinéticos contra embarcaciones pequeñas en aguas regionales, con un saldo de 32 personas asesinadas, entre ellos dos nacionales trinitobaguenses y un colombiano. Estos ataques, por su modus operandi, se consideran ejecuciones extrajudiciales.
“Somos muy conscientes de que la seguridad no es responsabilidad exclusiva de ningún país ni de ningún organismo en particular. Solo mediante la unidad y la determinación, el intercambio de información, la formación conjunta y la coordinación de las operaciones podremos desarrollar la resiliencia que nuestros ciudadanos esperan y merecen” afirmó el comisario de policía de Santa Lucía, Vene Garde.
Islas dispersas, un solo Caribe
Ante el despliegue naval militar estadounidense en aguas regionales, el caribe se ha visto en escenarios de fractura de su unidad y cohesión.
Naciones como Jamaica y San Cristóbal y Nieves abogan por la defensa de la paz regional y el combate al narcotráfico, pero exigen que ocurra dentro de los parámetros de la legalidad.
LEA MÁS: A la primera ministra de Trinidad y Tobago ‘no le interesa’ el apoyo del Caribe
Por su parte, Antigua y Barbuda, así como Granada, recibieron peticiones por parte de Estados Unidos para establecer equipamiento y efectivos militares en su territorio. Antigua y Barbuda negó esta posibilidad mientras Granada aún la pondera.
Otras voces, como San Vicente y Las Granadinas y Barbados, pidieron la retirada de las fuerzas desplegadas y defender la condición del Caribe como Zona de Paz.
Guyana, aliado estadounidense y de posición hostil hacia Venezuela, usando como excusa su controversia territorial por la Guayana Esequiba, solicitó una conversación “madura” sobre la presencia militar estadounidense en el Caribe.

No obstante esta línea regional encaminada a la neutralidad y el sostén de la paz regional, Trinidad y Tobago ha sido explícita en su apoyo a las acciones estadounidenses, incluso cuando fueron dos de sus connacionales, las primeras víctimas fatales identificadas en la región.
El 18 de octubre, las naciones Caricom firmaron una declaración conjunta en la que abogan por mantener al Caribe como Zona de Paz, así como a proseguir por vías legales la lucha contra el narcotráfico y el tráfico de armas.
“Los Jefes de Gobierno de la CARICOM reiteraron su compromiso continuo con la lucha contra el narcotráfico y el comercio ilegal de armas pequeñas y ligeras, que afectan negativamente a la región. Subrayaron que los esfuerzos para superar estos retos deben realizarse mediante la cooperación internacional continua y dentro del marco del derecho internacional. Reafirmaron su apoyo inequívoco a la soberanía y la integridad territorial de los países de la región, así como a la seguridad y los medios de vida de sus pueblos” reza el comunicado.
Trinidad y Tobago fue la única nación de Caricom que se abstuvo de firmar la declaración. Por demás, horas después, el ministerio de relaciones exteriores de esa nación emitió un comunicado por sí mismo reiterando su apoyo a las acciones estadounidenses en la región.