La historia del Poder Judicial en México cambió este 1 de septiembre de 2025 con la instalación de la primera Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) votada directamente por la ciudadanía, un hecho inédito que marcará el rumbo institucional del país.
El nuevo órgano estará integrado por nueve magistrados, de los cuales cinco son mujeres, y será presidido por Hugo Aguilar Ortiz, abogado mixteco originario de Oaxaca y primer juez indígena en encabezar la Corte desde Benito Juárez, en 1857.

Aguilar, de 52 años, exasesor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), se ha comprometido con una agenda de derechos humanos y de transformación profunda del sistema judicial. Días antes de asumir, escribió en redes sociales: “La nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación enfrenta un gran reto: recuperar la confianza de la ciudadanía. Para lograrlo debemos acercar la justicia a cada sector de la población, solo así podremos construir un Poder Judicial al servicio del pueblo”.
Un proyecto heredado y polémico
La inédita elección judicial de México se celebró el pasado 2 de junio, como parte de la reforma impulsada en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y continuada por la actual presidenta, Claudia Sheinbaum. El objetivo declarado fue democratizar el Poder Judicial y combatir las viejas prácticas de nepotismo, clasismo, corrupción e ineficacia.
Sin embargo, el proceso no estuvo exento de controversias. La oposición advirtió que la nueva Corte podría convertirse en “instrumento” del oficialismo, mientras que el Gobierno defendió el ejercicio como un paso hacia la legitimidad popular.
López Obrador sostuvo que este modelo devolvería prestigio a una institución “ensombrecida” por décadas de cuestionamientos, mientras Sheinbaum lo asumió como parte de su plan de renovación de las instituciones.
Primeras veces históricas
El nuevo tribunal de México reúne varios hitos sin precedentes:
- Primer presidente indígena: Hugo Aguilar Ortiz, mixteco y hablante de tu’un Savi.
- Mayoría femenina: cinco juezas y cuatro magistrados integran la Corte.
- Elección ciudadana: los nueve miembros llegaron a su puesto mediante voto popular.
Las juezas que asumirán funciones son: Lenia Batres Guadarrama, Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf, María Estela Ríos González y Sara Irene Herrerías Guerra. Los magistrados, además de Aguilar Ortiz, son Giovanni Azael Figueroa Mejía, Irving Espinosa Betanzo y Rodrigo Arístides Guerrero García.
Perfiles clave

- Lenia Batres Guadarrama (56 años): proviene de una familia de larga trayectoria política de izquierda.
- Yasmín Esquivel Mossa y Loretta Ortiz Ahlf: ambas ya habían sido propuestas por López Obrador para la Corte y revalidaron su lugar en la elección.
- María Estela Ríos González (78 años): consejera jurídica de AMLO tanto en la Ciudad de México como en la Presidencia.
- Sara Irene Herrerías Guerra (61 años): exfiscal especializada en derechos humanos, con cargos en gobiernos de Calderón y Peña Nieto.
- Giovanni Azael Figueroa Mejía (46 años): académico y doctor en Derecho Constitucional, profesor de la Universidad Iberoamericana.
- Irving Espinosa Betanzo (49 años): abogado y asesor de Morena en la Cámara de Diputados.
- Rodrigo Arístides Guerrero García (41 años): el más joven del grupo, exdocente de la UNAM y expresidente del Instituto de Transparencia de Ciudad de México.

El reto: confianza y legitimidad
La instalación de esta Corte marca un cambio radical en el modelo judicial mexicano. No obstante, los desafíos son mayúsculos: garantizar la independencia frente al poder político, demostrar eficacia en la impartición de justicia y convencer a una ciudadanía que, en amplios sectores, ha perdido la confianza en las instituciones.
Con rostro indígena, mayoría de mujeres y el respaldo de un voto popular inédito, la nueva Suprema Corte arranca su gestión entre la esperanza de una justicia renovada y las dudas sobre su autonomía real.