En una jornada marcada por el compromiso ambiental y la participación ciudadana, los movimientos ecosocialistas de Venezuela se congregaron este sábado para dar el primer paso en la definición de una estrategia nacional de cara a la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 30), que tendrá lugar en la ciudad brasileña de Belén el próximo mes de noviembre.
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La reunión, encabezada por el ministro del Poder Popular para el Ecosocialismo, Ricardo Molina, sirvió para cimentar la unidad y el diálogo entre los diversos actores del ecosocialismo venezolano, en miras a representar al país con propuestas sólidas y consensuadas ante el foro internacional más relevante en materia ambiental.

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En palabras del ministro Molina, la iniciativa surgió como respuesta a una convocatoria abierta, con el objetivo de agrupar y escuchar a los diferentes movimientos sociales con vocación ambientalista, ecologista y ecosocialista. “Es fundamental reconocer la relación de reciprocidad entre el gobierno revolucionario y las organizaciones sociales ecológicas; solo a través de la unión y el debate podremos presentar propuestas legítimas y eficaces ante la comunidad global”, expresó Molina durante su intervención.
La actividad se inscribe dentro del primer eje estratégico de la Gran Misión Madre Tierra Venezuela, titulado “Organización y Formación para la Vida”, que tiene como meta fortalecer la articulación de movimientos ciudadanos y consolidar una plataforma común para la acción ecosocialista. De acuerdo con el titular del área, “Tenemos el enorme reto de potenciar la fuerza social en defensa del ambiente y de nuestro modelo ecosocialista. Mientras más integrados y organizados estemos, mayor será el peso de Venezuela en la próxima COP 30”.

Como parte de las acciones inmediatas derivadas del encuentro, Molina anunció la apertura formal de un registro nacional de movimientos ambientales, que incluye tanto organizaciones ecologistas tradicionales como aquellos grupos que se identifican con el ecosocialismo y otras formas de activismo ambiental. Este llamado está dirigido a todos los actores interesados en sumarse a la Gran Misión Madre Tierra, invitándolos a inscribirse en el primer vértice dedicado a la organización y formación. “Instamos a los representantes de todos los rincones del país a registrarse en las sedes ministeriales y en los espacios de Gobierno Popular y Comunal, especialmente en los Consejos Ecosocialistas que ya funcionan en muchos territorios”, enfatizó el ministro.
La consolidación del registro de actores sociales permitirá, según Molina, fortalecer el desarrollo de los siete vértices estratégicos de la Gran Misión Madre Tierra, lo que resultará en una estructura nacional robusta y eficiente para la incidencia en políticas ambientales. El propósito es que esta red sirva como motor para la construcción colectiva y democrática de la postura que Venezuela llevará ante la COP 30, asegurando así la inclusión de las más diversas voces y experiencias del país en la materia.

Pero la tarea no se limita a la organización interna. Uno de los ejes centrales del primer encuentro preparatorio fue el impulso de propuestas concretas nacidas del Poder Popular, con la finalidad de posicionar el enfoque ecosocialista venezolano en los debates internacionales sobre cambio climático. “Venezuela quiere y debe elevar su voz en defensa de los derechos de la Madre Tierra, tal como lo establece nuestra Constitución y el espíritu de las luchas sociales de nuestro pueblo. Por eso, este es un ejercicio de construcción colectiva, donde aspiramos recoger las mejores ideas y alternativas desde el territorio”, aseguró el ministro Molina.
Agenda con visión ecosocialista
Durante la jornada, representantes de diferentes colectivos ecosocialistas coincidieron en la necesidad de mantener un diálogo permanente y horizontal para garantizar que la agenda venezolana en la COP 30 refleje tanto las urgencias ambientales locales como los principios de justicia social y respeto por la naturaleza. Se apuntó, además, a la importancia de liderar discusiones globales sobre temas como la transición energética justa, la soberanía alimentaria, la protección de los ecosistemas y la educación popular en torno a las causas y consecuencias del cambio climático.
El encuentro sirvió también como plataforma para reflexionar sobre el papel de Venezuela en la defensa del derecho de los pueblos a vivir en armonía con el entorno. Se destacó que satisfacer las necesidades humanas no debe hacerse en detrimento de los equilibrios ecológicos, sino a través de un modelo de desarrollo que tenga como eje el respeto irrestricto por la naturaleza y la vida. En ese sentido, los movimientos ecosocialistas asumen el reto de llevar a la COP 30 una propuesta basada en la justicia climática, el respeto a los saberes ancestrales y la protección de la biodiversidad.

De ahora en adelante, el proceso de elaboración de propuestas continuará en encuentros regionales y mesas de trabajo sectoriales, donde se espera profundizar en temas como la mitigación y adaptación al cambio climático, la gestión sostenible de los recursos naturales y la participación comunitaria en la toma de decisiones ambientales.
La Gran Misión Madre Tierra Venezuela se erige así como el espacio fundamental para articular y fortalecer el movimiento ecosocialista nacional frente a los desafíos que impone el cambio climático global. Venezuela se prepara para hacer oír su voz en Belén, Brasil, con un mensaje claro: es posible construir un futuro sustentable donde la justicia, la inclusión y el respeto por la Madre Tierra sean los pilares del desarrollo.
