El candidato hondureño Salvador Nasralla pidió este martes al Consejo Nacional Electoral (CNE) que lo declare “presidente electo” de Honduras, en medio de un conteo lento, estrecho y marcado por controversias políticas que han tensado el ambiente postelectoral en el país centroamericano.
Nasralla, quien lidera por un margen mínimo los comicios celebrados el pasado domingo, aseguró que la diferencia a su favor aumentará en las próximas horas, consolidando una “brecha indescontable”.
En un video publicado en su cuenta de X, el presentador y político afirmó: “Poco a poco se seguirá acentuando la brecha y estoy seguro que mañana, ya al mediodía, habría una diferencia indescontable […] No va a variar la tendencia y espero que mañana miércoles 3 de diciembre, el CNE me pueda declarar presidente electo, en la voluntad de la mayoría de ustedes”.
Nasralla difundió previamente una captura del supuesto conteo oficial del CNE con el 60,95 % de las actas transmitidas, en la que aparece con 768.665 votos (39,91 %), apenas 655 sufragios por encima de Nasry Asfura, candidato del Partido Nacional.
Medios locales muestran una tendencia similar: con el 66,1 % escrutado, Nasralla tendría 845.025 votos (40,13 %), seguido por Asfura con 836.293 (39,71 %). En tercer lugar se ubica Rixi Moncada, del Partido Libertad y Refundación (Libre), con 402.261 votos (19,1 %).
Nasralla vs Asfura
Las elecciones han estado rodeadas de controversias desde antes de la jornada electoral. El Gobierno de Xiomara Castro alertó sobre un presunto plan de sectores opositores —incluidos Nasralla y Asfura— para desacreditar los comicios y generar caos político.
Por su parte, la Fiscalía presentó audios que, según aseguró, revelaban la aparente colusión entre la consejera del CNE Cossette Ramírez, el diputado conservador Tomás Zambrano y un militar activo, con el objetivo de declarar inválidas las elecciones si no les favorecían.
Los involucrados rechazaron las acusaciones y acusaron al Ejecutivo de intentar manipular el proceso. A esta tensión se sumó la injerencia directa del presidente estadounidense, Donald Trump, quien respaldó públicamente a Asfura y advirtió que Washington no apoyaría a Honduras si él no resultaba ganador.
“EE.UU. no malgastará el dinero en ayudas a Honduras, porque un líder equivocado solo puede traer resultados catastróficos”, afirmó. En contraste, prometió un “gran apoyo” si Asfura triunfaba.
El conteo de votos también se vio afectado por fallas técnicas. Luego del primer boletín —que daba una ligera ventaja inicial a Asfura—, el sistema de Transmisión de Resultados Electorales (TREP) comenzó a funcionar con lentitud y terminó paralizándose el lunes al mediodía, con apenas el 57 % de actas procesadas. El servicio se restableció recién el martes en la tarde.
Ana Paola Hall y otras autoridades electorales aseguraron que la detención del TREP se debió a una falla en la plataforma gestionada por una empresa privada contratada para la elección, incluso denunciando intentos de hackeo. “No es una voluntad expresa del CNE, es literalmente una falla técnica en la plataforma de divulgación”, explicaron. La firma negó responsabilidad y señaló ataques externos.
Mientras tanto, Trump volvió a cargar contra el proceso: “El órgano electoral hondureño está intentando cambiar los resultados […] ¡habrá un infierno que pagar!”, escribió en Truth Social.
El país permanece a la espera de resultados definitivos, en medio de un ambiente de incertidumbre, acusaciones cruzadas y una diferencia que se mantiene al borde del empate técnico.
