En el año 1972, la Unión Soviética lanzó al espacio dos sondas cuyo objetivo era llegar hasta Venus, el segundo planeta desde el Sol en nuestro sistema solar, penetrar su atmósfera y posarse sobre su superficie. Una de ellas fue la sonda Cosmos 482.
Sin embargo, el Cosmos 482 al intentar dejar la atmósfera “se separó en cuatro partes, dos de las cuales permanecieron en órbita baja terrestre y se desintegraron en 48 horas, y dos partes (presumiblemente la sonda de aterrizaje y la unidad de motor de la etapa superior desprendida) se situaron en una órbita más alta”, explica la NASA.

Según los análisis, es posible que una falla haya provocado que el motor de la cápsula se quemara antes de alcanzar la velocidad necesaria para iniciar su traslado a Venus, por lo que las partes quedaron suspendidas en una órbita elíptica alrededor de la Tierra.
Ahora, 50 años después, la nave espacial «Cosmos-482» salió de órbita y cayó al océano Índico, según informó la Agencia Espacial de Rusia en Telegram.
“Lanzada en 1972, la nave espacial Cosmos-482 dejó de existir, abandonando la órbita y cayendo en el Océano Índico. La convergencia del dispositivo fue controlada por el sistema de advertencia automatizado para situaciones peligrosas en el espacio cercano a la Tierra”, señaló el escrito.
El dispositivo fue lanzado en la primavera de 1972 para explorar Venus, pero debido a un mal funcionamiento de la etapa superior, permaneció en la alta órbita elíptica de la Tierra, acercándose gradualmente al planeta.
La sonda, que funcionaba con baterías, también contaba con una cubierta superior diseñada para desprenderse al entrar a Venus y extender un paracaídas de 2,5 metros cuadrados.
Entre los instrumentos que llevaba había sensores de temperatura, presión y densidad, así como un acelerómetro, un radioaltímetro, un anemómetro, un espectrómetro de rayos gamma, un analizador de gases, fotómetros visibles y transmisores de radio.
La antigua Nave espacial soviética Cosmos 482 cae en el océano Índico
La Cosmos 482, cuyo diámetro era de aproximadamente un metro y su masa es inferior a 500 kilos, entró en las capas densas de la atmósfera a las 08.24 horas (en horario peninsular español) a unos 560 kilómetros al oeste de la isla de Andamán del Medio.
El aparato se hundió finalmente en aguas del Índico al oeste de la capital indonesia, Yakarta, precisó el comunicado, quien destaca que la reentrada controlada de la sonda en la atmósfera terrestre tuvo lugar según los cálculos previstos. «El descenso del aparato se controló mediante un sistema automatizado de alerta sobre situaciones peligrosas en el espacio cercano a la Tierra», explicó Roscosmos.

Durante los últimos días la comunidad científica había especulado ampliamente sobre si el aparato resistiría la reentrada y sobre el lugar en el que caería finalmente la nave soviética. Roscosmos había asegurado que la probabilidad de que se produjeran daños por el impacto de la sonda contra nuestro planeta, nada que ver con un meteorito, era muy baja.
Mientras, la NASA destacó que, dado que el aparato fue diseñado por resistir el paso por la atmósfera de Venus, más densa que la terrestre, era posible que la sonda o, al menos, parte de ella, sobreviviera a la reentrada y tomara tierra sin mayores daños. La sonda tiene una cubierta protectora de titanio semiglobular, según los expertos, y está dotada con paracaídas de 2,5 metros para ralentizar su velocidad, aunque estos dudaban de que aún funcionara después de más de medio siglo.
Según Roscosmos, solo el año pasado en la atmósfera terrestre se adentraron 1.981 objetos espaciales de origen natural y artificial, cinco cada día, de los uno de cada siete pesa más de 500 kilogramos.