Las negociaciones para un alto el fuego en Gaza se mantienen en un punto delicado, con algunos avances indirectos pero una creciente crisis humanitaria que sigue profundizándose en la región.
Las conversaciones entre Israel y Hamás, mediadas principalmente por Catar, Egipto y Estados Unidos, han mostrado progresos parciales. Según una fuente egipcia citada por Swissinfo, “se ha acordado un mapa de retirada que sitúa a las fuerzas israelíes a más de un kilómetro al norte y este de la Franja de Gaza”, un paso que podría facilitar un cese temporal de hostilidades.
Sin embargo, este acuerdo aún no ha sido ratificado formalmente por ambas partes, lo que mantiene la tensión y la incertidumbre.
Uno de los puntos cruciales de las negociaciones es la liberación de 28 israelíes, entre ellos 10 vivos y 18 fallecidos. Un funcionario israelí expresó que “podría lograrse un acuerdo en unos días” para su liberación durante un alto al fuego de 60 días, período durante el cual también se permitiría el envío inmediato de ayuda humanitaria bajo supervisión internacional.
No obstante, en el terreno la situación sigue siendo grave. El ejército israelí lanzó una operación terrestre en Deir al-Balah, en el centro de Gaza, por primera vez en más de 21 meses, causando la muerte de al menos tres personas y desplazando a más de mil familias. Desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, más de 60.000 palestinos han perdido la vida, según cifras publicadas.
La crisis humanitaria se agrava cada día, con hospitales al borde del colapso y escasez crítica de alimentos, medicinas y combustible. Un ataque israelí reciente mató al menos a 67 personas que esperaban recibir ayuda humanitaria de la ONU, evidenciando la vulnerabilidad de la población civil.
A nivel internacional, más de 25 países, incluidos miembros de la Unión Europea, emitieron un comunicado conjunto en el que solicitaron el “fin inmediato de la guerra en Gaza”. Además, criticaron el modelo de entrega de ayuda humanitaria gestionado por Israel, calificándolo de “peligroso” y acusaron a la UE de complicidad al no ejercer suficiente presión para detener el conflicto.
La situación, sigue siendo tensa y compleja. Aunque existen algunos avances en las negociaciones, la desconfianza mutua y la escalada militar dificultan alcanzar el fin del genocidio duradero. La comunidad internacional continúa instando a Israel a detener las hostilidades y permitir un acceso humanitario efectivo para aliviar el sufrimiento de la población.