En Gaza, desde el miércoles pasado hay un apagón de telecomunicaciones.
Las imágenes que llegaban desde hospitales, estructuras arrasadas, vidas truncadas, no circulan. No hay como contar la historia, ni mostrarla al mundo, sin electricidad y sin señal telefónica.
«El objetivo es que no llegue información afuera de lo que está haciendo el Ejército israelí adentro, en la Franja», denuncia la Fundación Comité de Apoyo al Pueblo Palestino en declaraciones al medio español ‘Público’.
Para las organizaciones humanitarias, cortar internet y telefonía es el exterminio total.
La población gazatí no puede buscar ayuda, acceder a servicios de salvamento ni averiguar si sus familiares y seres queridos están sanos y salvos.
La oscuridad actúa como un cobarde cómplice de Israel.