El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, confirmó desde la Casa Blanca que Israel, junto a Estados Unidos, están “cerca” de cerrar acuerdos con países que aceptarían a los palestinos que deseen abandonar Gaza, en medio de acusaciones internacionales de genocidio y limpieza étnica.
“Estamos trabajando estrechamente con EE.UU. para encontrar países que se esfuercen por hacer realidad lo que siempre dicen: que quieren dar a los palestinos un futuro mejor. Y creo que estamos cerca de encontrar varios países, y creo que esto será suficiente”, declaró Netanyahu tras reunirse con el presidente Donald Trump, quien lo recibió en una cena oficial en Washington.
El mandatario israelí sostuvo además que: “Si la gente quiere quedarse, puede quedarse, pero si quiere irse, debería poder hacerlo. Gaza no debería ser una prisión, sino un lugar abierto que ofrezca a la gente la libertad de elegir”.
Estas declaraciones se producen mientras informes de la ONU califican la situación en Gaza como una “catástrofe apocalíptica”. Francesca Albanese, relatora especial para los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, denunció que “Israel ha utilizado el genocidio como una oportunidad para probar nuevas armas, personalizar vigilancia, [utilizar] drones letales, sistemas de radar y tecnología tripulada para exterminar a una población sin restricción”.
Albanese fue más allá, señalando que “los palestinos están soportando un sufrimiento inimaginable”, acusando a Israel de perpetrar “uno de los genocidios más crueles de la historia moderna”.
Funcionarios israelíes tienen un plan para “forzar a la población de Gaza a campos sobre las ruinas de Rafah”, describiéndolo como “una hoja de ruta para crímenes de lesa humanidad”.
En paralelo, Netanyahu reiteró su rechazo a la creación de un Estado palestino con soberanía plena: “Cualquier futuro Estado palestino sería una plataforma para destruir Israel”, afirmó tajante en otra declaración posterior.
A pesar del rechazo generalizado de la comunidad internacional —incluidos Egipto, Jordania y varias naciones europeas— Netanyahu insiste en la idea de reubicar a los palestinos, respaldado por Donald Trump, quien propuso transformar Gaza en una “Riviera del Mediterráneo”.
Netanyahu nomina a Trump al nobel de la «paz»
Durante el mismo encuentro, Netanyahu le entregó a Trump una nominación al Nobel de la Paz.
Trump afirmó que le gustaría levantar las sanciones contra Irán en algún momento. «Me encantaría poder, en el momento oportuno, levantar esas sanciones».
Cientos de manifestantes, muchos identificados con pañuelos kufiya palestinos y ondeando banderas de Palestina, se congregaron en las inmediaciones de la Casa Blanca. Los manifestantes exhibían pancartas con mensajes contundentes como «Dejen de armar a Israel» y «Di no al genocidio».
Una de las demandas centrales de la protesta fue la detención de Netanyahu, haciendo alusión directa a la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el líder israelí por presuntos crímenes de guerra en Gaza.
