El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirma que no quiere gobernar Gaza, pero insiste en una ocupación total para eliminar a Hamás. La decisión ha generado fuertes tensiones internas, incluso con el jefe del Ejército.
En una declaración que marca un nuevo giro en el genocidio de Medio Oriente, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró que su país «tomará el control de toda la Franja de Gaza», aunque también dijo que que no tiene intención de establecer allí un gobierno permanente.
Durante una entrevista con Fox News, Netanyahu expresó que «tenemos la intención, con el fin de garantizar nuestra seguridad, de eliminar a Hamás de allí, permitir que la población se libere de Gaza y pasarla a un gobierno civil, que no sea Hamás ni nadie que defienda la destrucción de Israel».
Añadió que «queremos tener un perímetro de seguridad. No queremos gobernarla. No queremos estar allí como órgano de gobierno», y sugirió que fuerzas árabes podrían encargarse del enclave una vez desmilitarizado, aunque no especificó qué países o entidades estarían involucrados.
Las declaraciones se produjeron horas antes de una reunión del gabinete de seguridad israelí para debatir una eventual operación militar total en Gaza, donde el Ejército ya controla cerca del 75 % del territorio tras meses de guerra intensa.
Tensiones de Netanyahu con el jefe militar por genocidio en Gaza
El anuncio de Netanyahu ha provocado una seria confrontación con el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Eyal Zamir, quien calificó el plan como una «trampa» para los militares y, según medios locales, llegó a poner su renuncia sobre la mesa.
Zamir alertó que una ocupación prolongada pondría en riesgo la vida de los aproximadamente 50 rehenes que permanecen en poder de Hamás —de los cuales se estima que al menos 20 siguen vivos— y que podría desgastar aún más al ya presionado Ejército israelí.
La tensión escaló cuando Yair Netanyahu, hijo del primer ministro, publicó en redes sociales que Zamir estaba detrás de una «rebelión e intento de golpe militar digno de una república bananera de Centroamérica en los años 70». En respuesta, el jefe militar habría reclamado directamente a Netanyahu: «¿Cómo se ve esto? ¿Por qué me atacas? ¿Por qué hablas en mi contra en medio de una guerra?»
Netanyahu, por su parte, defendió a su hijo diciendo: «Mi hijo tiene 33 años, es un adulto», y reprochó al militar que amenazara con renunciar a través de los medios: «No amenaces con renunciar en los medios. No puedo aceptar que cada vez que amenaces con que si no aceptamos tus planes, te vas.»
Pese a las diferencias internas, el primer ministro mantiene firme su postura y ordenó a Zamir mejorar el plan de ocupación para presentarlo nuevamente.
La situación sigue siendo extremadamente volátil tanto en el frente militar como en el político, mientras la población de Gaza continúa enfrentando una catástrofe humanitaria sin precedentes.
