La nueva variante de COVID-19, conocida como Nimbus o NB.1.8.1, está generando preocupación internacional tras reportarse un síntoma característico y particularmente doloroso. Según expertos médicos y datos oficiales, esta cepa se está propagando con rapidez por todo el mundo, coincidiendo con un aumento significativo en los ingresos hospitalarios
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) ha informado que los ingresos hospitalarios relacionados con COVID-19 crecieron casi un 10 % en la última semana de mayo, alcanzando 947 pacientes. Además, los casos confirmados aumentaron un 6,9 % hasta el 4 de junio, con 1.211 nuevos contagios registrados.
El Dr. Naveed Asif, médico de cabecera en London General Practice, ha alertado sobre un síntoma distintivo de esta variante: un dolor de garganta intenso, descrito como una “sensación de navaja”. Este dolor agudo y punzante al tragar afecta principalmente la parte posterior de la garganta, generando gran malestar. Los remedios recomendados para aliviar este síntoma incluyen reposo, hidratación y analgésicos, señaló independentespanol.
Por su parte, el Dr. Mohamed Imran Lakhi, en declaraciones a The Mirror, detalló otros síntomas frecuentes asociados a Nimbus: fatiga persistente, tos leve, fiebre, dolores musculares y congestión nasal. También advirtió que algunos pacientes experimentan problemas digestivos, como náuseas y diarrea, aspectos menos comunes en variantes anteriores.
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) aconseja a quienes sospechen tener COVID-19 que permanezcan en casa para evitar la propagación. Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene la vigilancia estrecha sobre esta variante y asegura que las vacunas aprobadas continúan siendo efectivas contra NB.1.8.1.
“A pesar del aumento simultáneo de casos y hospitalizaciones en algunos países donde Nimbus está muy extendida, no hay indicios de que provoque una enfermedad más grave que otras variantes en circulación”, afirmó un portavoz de la OMS.
La Dra. Gayatri Amirthalingam, directora adjunta del UKHSA, explicó que aunque la variante NB.1.8.1 está ganando terreno en la proporción de casos, no existen evidencias que sugieran una mayor gravedad o una reducción en la eficacia de las vacunas actuales.