Detrás del Nobel de la Paz no solo hay nobles ideales: está un comité compuesto por cinco personas designadas por el Parlamento noruego, con trayectorias políticas, afiliaciones ideológicas y polémicas que rara vez se exponen en los titulares.
Si el Premio Nobel de la Paz se ha desvirtuado —como muchos críticos afirman—, hay que mirar quiénes lo eligen. Aquí va un recorrido crítico por los miembros del comité actual, sus perfiles, sus vínculos y las sombras que proyectan.
Estructura institucional: una puerta política disfrazada
El Comité Noruego del Nobel de la Paz consta de cinco miembros electos por el Storting (Parlamento de Noruega), en períodos de seis años, con posibilidades de reelección.
Aunque se busca una aparente independencia, la propia composición debe “reflejar las proporcionalidades del Parlamento”, lo que lo convierte en un organismo con base política.
Críticos señalan que el Nobel, especialmente su sección de paz, ha sido usado más como herramienta diplomática y de legitimación política que como galardón estrictamente moral.
A continuación, “uno por uno”, estos son los miembros del comité (2025) y lo que hay que saber de ellos.
1. Jørgen Watne Frydnes (Presidente)
- Datos básicos: Nacido en 1984, fue elegido miembro del comité en 2021 y en 2024 fue nombrado presidente, siendo el más joven en asumir ese rol.
Líder en la reconstrucción de Utøya, sitio del atentado de 2011 en Noruega; promotor de memoria democrática y defensor de la libertad de expresión como Secretario General de PEN Noruega.
Aunque su trabajo lo sitúa en el terreno de derechos civiles, su cercanía al establishment liberal y su papel desde instancias noruegas de memoria colectiva lo hacen parte del discurso occidental hegemónico. No se le conocen grandes escándalos personales, pero como presidente del comité tiene un rol decisivo en dirigir los criterios valorativos que emplea el comité con sesgos ya estructurales.
2. Asle Toje (Vicepresidente)

- Datos básicos: Nacido en 1975, miembro del comité desde 2018 y reelecto para periodo 2024–2029.
- Académico noruego, especializado en relaciones internacionales, realismo político y defensa de la intervención como herramienta legítima en ciertos marcos democráticos.
- Se le considera un representante del ala más conservadora-liberal del comité, con simpatías por líneas occidentales de intervención y defensa del orden liberal global.
- Su orientación teórica le permite avalar premios con sesgos alineados con la geopolítica occidental.
3. Kristin Clemet

- Datos básicos: Nacida en 1957, vinculada al Partido Conservador noruego (Høyre).
Fue ministra de Educación y de Trabajo. Ha dirigido el think tank Civita, entidad promotora de políticas neoliberales y mercado libre.
Su trayectoria la sitúa firmemente en la derecha liberal, con afinidad hacia agendas proempresariales. Su rol en el comité implica que sea una voz favorable a reconocimientos consistentes con la austeridad, liberalización y discursos de democracia occidental. Aunque no se le vinculan escándalos graves, su historial la ubica entre quienes no cuestionan con profundidad el papel de poderes económicos internacionales o intervenciones diplomáticas.
4. Anne Enger

- Datos básicos: Nacida en 1949, vinculada al Partido del Centro en Noruega. Políticamente, se ha situado entre posiciones moderadas-conservadoras. Ha sido ministra y líder del partido centrista. Su afiliación la vuelve simpatizante natural de discursos conservadores moderados, lo que le da poco margen para cuestionar las corrientes principales que dominan el comité.
5. Gry Larsen

- Datos básicos: «La piedra en el zapato de la nominación de Trump». Su designación reemplazó a Berit Reiss-Andersen tras su salida del comité. Fue anunciada para el periodo 2024–2029. Antes, fue asesora política para el gobierno y ejecutiva en ONG humanitarias (CARE Noruega). También lideró la juventud del Partido Laborista.
Tiene un perfil vinculado con políticas sociales de corte liberal-progresista, aunque dentro del modelo noruego dominante y aceptado por el establishment. Ha usado discursos críticos frente a figuras políticas (por ejemplo, lo hizo públicamente frente a Donald Trump) que la colocan como una de las voces más abiertas a confrontar liderazgos disruptivos.
Críticas estructurales y sombras del comité
- Partidización implícita: Aunque las reglas prohíben que miembros del Parlamento noruego ocupen el comité, los partidos tienen la capacidad de nombrar exlegisladores o simpatizantes que reflejan sus líneas políticas. Eso moldea la orientación ideológica del comité.
- Ideología occidental dominante: Numerosos analistas sostienen que el comité opera con un sesgo eurocéntrico o occidental, favoreciendo figuras que encajan con la narrativa liberal internacional.
- Premios antes que resultados: El comité con frecuencia premia promesas y discursos antes que logros concretos de paz — ejemplo clásico: Barack Obama (2009), Juan Manuel Santos (2016) — y eso debilita su legitimidad moral.
- Críticos internos y externos: Figuras como Fredrik Heffermehl han denunciado que muchos premios posteriores a 1945 infringirían la voluntad de Alfred Nobel, y que la estructura política actual del comité viola los criterios de imparcialidad.
- Casos históricos controvertidos: El Nobel ha premiado a Henry Kissinger (1973) junto a Lê Đức Thọ, una decisión ampliamente criticada como irresponsable.
Henry Kissinger, exasesor de seguridad nacional y secretario de Estado de Estados Unidos, ha sido señalado por su implicación en numerosas políticas y operaciones consideradas altamente controvertidas y, en algunos casos, atroces.
Entre las más destacadas se encuentran su papel en el golpe de Estado de 1973 en Chile que derrocó al presidente Salvador Allende, su apoyo a los bombardeos secretos en Camboya y Laos durante la guerra de Vietnam, y su respaldo a regímenes represivos en países como Indonesia y Argentina.
Estas acciones, orientadas a consolidar la influencia estadounidense durante la Guerra Fría, han sido ampliamente criticadas por provocar la muerte de miles de civiles, desestabilizar democracias emergentes y avalar violaciones sistemáticas de derechos humanos.
¿Quién nominó a Machado?
La nominación de María Corina Machado al Premio Nobel de la Paz 2025 fue respaldada por varios miembros del Congreso de Estados Unidos. En agosto de 2024, un grupo de legisladores estadounidenses envió una carta al Comité Noruego del Nobel apoyando su candidatura. Entre los firmantes se encontraban figuras del Partido Republicano, como el senador Rick Scott.

Este respaldo político subraya la estrecha relación de Machado con sectores de la derecha internacional, especialmente en América Latina y Estados Unidos. Su vinculación con gobiernos y líderes de ideología conservadora, como Donald Trump y Santiago Abascal, refuerza la percepción de que su reconocimiento busca consolidar una narrativa geopolítica alineada con intereses occidentales.
El Comité Noruego del Nobel, encargado de otorgar el galardón, ha sido históricamente objeto de críticas por sus decisiones, como la concesión del premio a figuras como Barack Obama o Juan Manuel Santos. Estas controversias han generado cuestionamientos sobre la imparcialidad y los criterios utilizados en la selección de los laureados.
La elección de Machado, una figura que ha abogado por sanciones e intervenciones extranjeras en Venezuela, refuerza la percepción de que el Nobel de la Paz ha sido utilizado como herramienta política, más que como un reconocimiento genuino a los esfuerzos por la paz y la reconciliación.