La crisis política y social en Ecuador se intensificó este miércoles, cuando el presidente Daniel Noboa se vio obligado a abandonar la ciudad de Otavalo, epicentro de las movilizaciones contra su gobierno, en medio de un ambiente de tensión, bloqueos y denuncias de represión.
Las manifestaciones forman parte del paro nacional convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que rechaza principalmente la eliminación del subsidio al diésel y otras políticas económicas del Ejecutivo.
Noboa en crisis

Imágenes difundidas en redes sociales muestran el momento en que Noboa, tras participar en un acto oficial de entrega de bonos, fue escoltado por un amplio operativo militar hasta un helicóptero que lo evacuó de la ciudad.
La propia Conaie denunció que el mandatario tuvo que salir “protegido por un desproporcionado operativo militar y policial” debido al “masivo rechazo popular a un presidente que no llega con soluciones ni respuestas”.
Durante la jornada también se reportaron enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden, con acusaciones de abuso policial contra quienes participaban en bloqueos de carreteras y concentraciones. Videos muestran el uso de gases lacrimógenos y la tensión en calles abarrotadas de protestantes.
El paro nacional, que ya cumple su tercer día consecutivo, ha provocado el cierre de vías en diversas provincias y afecta tanto al transporte como a la distribución de bienes básicos.

Mientras tanto, el Ejecutivo ha defendido sus decisiones como necesarias para “estabilizar la economía” y ha desplegado un discurso de mano dura frente a las protestas, lo que ha generado críticas de organizaciones sociales e indígenas que acusan al gobierno de criminalizar la protesta social.
La salida de Noboa de Otavalo marca un punto de quiebre en la confrontación entre el gobierno y el movimiento indígena, con un clima de inestabilidad que amenaza con extenderse a otras regiones del país.