El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó el sábado que ordenó una serie de ataques aéreos en Saná, la capital de Yemen, y prometió utilizar “una fuerza letal abrumadora” hasta que los rebeldes hutíes, respaldados por Irán, cesen sus ataques a la navegación a lo largo de un corredor marítimo vital. Según el Ministerio de Salud controlado por los hutíes en Yemen, al menos treinta y un civiles murieron en los ataques en Saná, la capital de Yemen. Entre los fallecidos hay al menos cuatro niños y una mujer, víctimas de los bombardeos contra la gobernación de Sadah, al noroeste del país. Además, más de 131 personas resultaron heridas.
«Hoy he ordenado a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que emprendan una acción militar decisiva y contundente contra los terroristas hutíes en Yemen. Estos han librado una campaña implacable de piratería, violencia y terrorismo contra buques, aeronaves y drones estadounidenses y de otros países», dijo Trump en una publicación en redes sociales.
Agregó el mandatario: “Nuestros valientes combatientes llevan a cabo ataques aéreos contra las bases, líderes y defensas de misiles de los terroristas para proteger la navegación, el aire y los activos navales estadounidenses, y para restaurar la libertad de navegación”.
También advirtió a Irán a que detenga su apoyo al grupo rebelde y prometió que el país rendirá cuentas “plenamente” por las acciones de su representante. Esto ocurre dos semanas después de que el líder estadounidense enviara una carta a los líderes iraníes en la que ofrece un camino para reiniciar las conversaciones bilaterales entre los países sobre el programa de armas nucleares iraní, que Trump no permitirá que se vuelva operativo, según sus propias declaraciones.
Así comenzó el ataque de Washington contra los hutíes
El Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) compartió un video del inicio de una serie de ataques contra el movimiento Ansarolá, que controla buena parte de Yemen.
En este escenario, el buró político de los hutíes, citado por la cadena Al Masirah, expresó que «la agresión no quedará sin respuesta».
De acuerdo con el Gobierno Central de Estados Unidos, Washington emprendió el ataque a gran escala contra el movimiento «para proteger intereses de EE.UU. disuadir a los enemigos y reanudar la navegación».
Los Estados Unidos catalogaron el 4 de marzo pasado al movimiento Ansar Alá como organización terrorista foránea.
En noviembre de 2023, Ansar Alá, respaldada por Irán, comenzó una campaña de ataques a embarcaciones mercantes supuestamente vinculadas con Israel con el objetivo de impedir su tránsito por las yeguas Arábigo y Rojo, mientras la Franja de Gaza no obtiene los alimentos y medicamentos que requiere.
Frente al riesgo de ataques en un área crucial para el comercio global y, especialmente, para el petróleo, diversas compañías navieras decidieron trasladar sus embarcaciones alrededor de África, lo que dificulta y aumenta el costo del transporte.