La Oficina de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha confirmado a través de una nota, la ejecución de 111 civiles en Siria, la mayoría de ellas sumarias o extrajudiciales.
La Oficina advierte que este número podría aumentar significativamente ya que el proceso de verificación de estos crímenes, está en curso por parte de la delegación de este organismo en las zonas afectadas por las masacres.
Además detallaron que estas ejecuciones se llevaron a cabo sobre «una base sectaria en las provincias de Tartus, Latakia y Hama, al parecer por individuos armados no identificados, que presuntamente apoyaban a las fuerzas de seguridad de las autoridades interinas y elementos asociados con el anterior gobierno».
En varios casos «familias enteras, incluidas mujeres, niños, fueron asesinadas, y ciudades y aldeas predominantemente alauitas, fueron el blanco de los ataques».
De acuerdo a los testimonios recogidos por el organismos de DDHH, los perpetradores allanaron las casas y preguntaron a los residentes si «eran alauitas o sunitas antes de proceder a matarlos o perdonarlos».
La nota también informa que «los supervivientes dijeron que muchos hombres fueron asesinados a tiros delante de sus familias».
Esta ola de violencia en Siria ha provocado también que miles de personas huyan de las zonas afectadas buscando refugio en regiones más seguras o en países vecinos como Líbano.