En el centro comercial Big Fashion Glilot, en el norte de Tel Aviv, inauguró Amancio Ortega, el empresario más rico de España su almacén Zara un espacio de 4.500 metros cuadrados distribuido en dos pisos.
A 101 kilómetros, en Rafah, la guerra de Gaza entre Israel y Hamás, sumaba 60 muertos en tres días, desde 1 de junio, en los ataques mortales contra palestinos desesperados que intentaban acceder a exiguas cantidades de ayuda alimentaria entregada por una organización creada entre Israel y Estados Unidos.
El centro comercial empezó a funcionar con tiendas de lujo proyectadas por BIG Shopping Centers, un gigante comercial israelí que también desarrolla negocios de bienes raíces en Estados Unidos, Serbia, Rumania, Polonia y la República Checa. La novedad es que abre los sábados, día de fiesta religiosa para los judíos. Además, los clientes pueden consultar la disponibilidad de artículos en tiempo real, disfrutar de zonas de autopago avanzadas y usar las estaciones de recogida y devolución de paquetes para los artículos comprados online.

Zara abre día de fiesta religiosa para los judíos
El 27 de febrero, día en que Zara y las demás grandes marcas se iniciaban en Big Fashion Glilot en la capital de Israel, en Gaza terminaban los intercambios de rehenes israelíes por presos palestinos previstos para la primera fase del alto el fuego. Hamás liberó a 25 rehenes vivos (sumados a cinco ciudadanos taildandeses que no estaban previstos en el alto el fuego) y entregó los cuerpos de 8 muertos. A cambio, Israel excarceló a unos 1.800 presos palestinos.
La gerencia de Zara afirmó que el diseño interior de la tienda presenta tonos limpios, blancos y neutros con toques marrones provenientes de muebles de madera y textiles en tonos naturales. «Queríamos crear un espacio que reflejara nuestra estrategia global: ofrecer a los clientes tiendas equipadas con herramientas tecnológicas avanzadas que permitan una experiencia de compra innovadora, eficiente y respetuosa con el medio ambiente”.
Zara y Zara Home están allí bajo un mismo techo, lo que permite a los consumidores comprar todo lo que necesitan, desde ropa, zapatos y accesorios hasta muebles y accesorios para el hogar, todo en un solo lugar.
Los palestinos sin techo, se arremolinaban por un poco de comida en la tragedia de “morir de inanición o arriesgarse”.
La Fundación Humanitaria de Gaza (FHG), una reciente organización privada con financiamiento opaco y que comenzó a operar en el enclave al margen de la ONU y con el auspicio de Estados Unidos e Israel. Ahora tiene un nuevo jefe, el reverendo Johnnie Moore un pastor evangélico de 37 años, empresario estadounidense y asesor de Trump, seguidor de su idea de ocupar Gaza y convertirla en una “Riviera del Oriente Próximo”.