Asamblea de los Pueblos reafirma el camino de la paz y la independencia
El canciller de la República Bolivariana de Venezuela intervino este martes en la Asamblea de los Pueblos por la Soberanía y la Paz de Nuestra América, un evento histórico convocado por iniciativa popular y respaldado por el Consejo de Soberanía y Paz desde la Asamblea Nacional. En su alocución, el canciller destacó que esta asamblea es un llamado urgente de los pueblos del mundo para enfrentar la amenaza que hoy pesa sobre el Caribe, Sudamérica y los pueblos soberanos del planeta.
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Caracas, sede de la resistencia y la solidaridad internacional
Más de 500 representantes de África, América del Norte, América Latina, Asia, Europa y Oceanía se congregaron en Caracas para reafirmar la consigna de paz y soberanía. El canciller celebró la presencia de 50 delegaciones de distintos países, subrayando que la capital venezolana se ha convertido en un espacio de encuentro para la resistencia y la unidad frente a los intentos de imposición imperial.
“Hoy estamos en Caracas, la ciudad indómita, la revolucionaria, la victoriosa, donde los pueblos del mundo se han reunido para decirle a los que pretenden convertir Venezuela en un teatro de guerra: aquí no hay espacio para la dominación, aquí hay paz, alegría y soberanía”, afirmó el canciller, recordando que la ciudad celebra las fiestas navideñas con el pueblo en las calles, viviendo su dignidad y reafirmando su voluntad democrática.

La amenaza militar y la respuesta popular
El canciller denunció que en las últimas 25 semanas, los medios de comunicación y las redes sociales han difundido un hostigamiento militar sin precedentes contra Venezuela, liderado por la potencia imperial más mortífera de la historia. Recordó que esa misma potencia ha causado destrucción en Irak, Afganistán y Siria, y ahora amenaza con atacar Venezuela con bombas y medidas coercitivas unilaterales, conocidas como sanciones ilegales e ilegítimas.
Sin embargo, destacó que el pueblo venezolano, bajo la conducción del presidente Nicolás Maduro, ha vencido esa etapa de bloqueo y dominación, y hoy celebra su victoria en la calle. “La revolución bolivariana ha derrotado el intento de doblegar al pueblo por hambre y por dominación. Ante ese fracaso, recurren ahora a la guerra psicológica militar”, señaló el canciller, haciendo un llamado a la solidaridad internacional para enfrentar esta nueva fase de agresión.
Venezuela, un país de paz y derechos humanos
El canciller reafirmó que Venezuela es un país de paz, que construye vida y protege la dignidad humana, los derechos de los trabajadores y los pueblos indígenas. Destacó la participación de comunidades originarias en la asamblea, quienes han manifestado su compromiso con la paz y la defensa de lo conquistado en estos años.
“Nada nos desvía de nuestro camino: nuestra independencia, nuestros derechos y la revolución para el bienestar del pueblo y de toda América Latina”, subrayó el canciller, recordando que el presidente Maduro ha sido claro: la paz y la soberanía son irrenunciables.

La Doctrina Monroe versus la doctrina bolivariana
El canciller abordó la amenaza de la Doctrina Monroe, que pretende imponer la dominación estadounidense en todo el continente. Frente a esto, afirmó que Venezuela tiene su propia doctrina: la bolivariana, la de paz y la de la revolución de los pueblos para conquistar sus derechos.
“Esperamos que de esta asamblea salga la constitución permanente de un espacio mundial de movilización popular, que permita dar respuesta soberana y popular a las amenazas imperiales. Si no hay respuesta popular, estaremos frente a un escenario de dominación en toda América Latina”, advirtió el canciller, reiterando que la solidaridad internacional y la movilización popular son la clave para la victoria.
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El mundo observa y apoya la resistencia venezolana
El canciller cerró su intervención destacando que el mundo observa con admiración la resistencia venezolana y la solidaridad que ha despertado en todos los pueblos del globo. “La batalla hoy es en América, y aquí hay un pueblo indómito que se niega a ser dominado. No sólo se niega, sino que avanza con paso firme. Nuestra respuesta ante la agresión debe ser la ofensiva revolucionaria, la construcción de movimientos y acciones concretas”, concluyó, llamando a la constitución de la Asamblea de los Pueblos como brazo organizado de la resistencia mundial.
Venezuela, en su lucha por la paz y la soberanía, sigue siendo un ejemplo de dignidad y resistencia para los pueblos del mundo.

