Estados Unidos volvió a colocar a Venezuela en el centro de su agenda militar. El canal CBS reveló que altos mandos del Pentágono presentaron al presidente Donald Trump “planes renovados” de posibles operaciones contra el país suramericano, incluidos ataques contra objetivos terrestres.
Según la cadena, la reunión tuvo lugar en la Casa Blanca con la participación del secretario de Guerra, Pete Hegseth, y del presidente del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, quienes discutieron acciones que podrían ejecutarse “en los próximos días”.
Aunque no se divulgaron detalles, el reporte confirma que Washington mantiene abierta la opción de usar fuerza militar contra un país que no representa amenaza alguna para Estados Unidos.
La Casa Blanca afirma que “no se ha tomado una decisión final”, pero el solo hecho de evaluar escenarios bélicos reaviva el patrón histórico de injerencia estadounidense en América Latina.
El contexto no es menor: el Comando Sur ha incrementado despliegues en el Caribe mientras Washington insiste en narrativas de “seguridad hemisférica” que Caracas denuncia como excusas para justificar una escalada.
Venezuela ha reiterado que nunca ha atacado ni amenazado a ninguna nación, y que su doctrina militar es exclusivamente defensiva. Por esta razón, el país reafirma su derecho legítimo de defender su soberanía mediante la unidad cívico-militar, reforzando sus instituciones y denunciando cualquier intento de agresión.

