Un caso judicial generado en Alemania ha reavivado el debate sobre derechos, seguridad y justicia al involucrar a un reo neonazi que, tras cambiar legalmente su sexo, será trasladado a una cárcel de mujeres. El sujeto, ahora identificado como Marla Svenja Liebich, fue condenado en 2023 por incitación al odio extremo, difamación e insultos, y se confirmó su pertenencia al grupo extremista Blood and Honour.
De acuerdo con la legislación alemana, que incluye la Ley de Autodeterminación, se reconoce y protege el derecho de las personas trans a elegir el espacio penitenciario acorde a su identidad de género. En consonancia con esta ley, Liebich anunció en su cuenta de la red social X que comenzará a cumplir su condena en el centro penitenciario de Chemnitz a partir del próximo 29 de agosto.
Este traslado ha suscitado críticas en diversos medios alemanes, especialmente en columnas editoriales que cuestionan la sinceridad del cambio de identidad del preso. Der Spiegel, entre otros diarios, ha señalado que Liebich podría estar «aprovechándose» del sistema, recordando sus antecedentes de posturas extremistas y declaraciones transfóbicas previas. Además, ha mantenido confrontaciones públicas con medios locales, a quienes acusa de desinformar.