Erdogan fuerza la retirada de Netanyahu de la cumbre de paz en Egipto: un desplante diplomático que revela tensiones ocultas
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, decidió cancelar su participación en la cumbre de paz sobre Gaza celebrada en Sharm el Sheij (Egipto), luego de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtiera que abandonaría el encuentro si el mandatario israelí pisaba suelo egipcio, según reveló el diario Israel Hayom.

El evento —organizado para sellar el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás mediado por Donald Trump— reunió a líderes de más de 20 países, entre ellos el presidente egipcio Abdulfatah al Sisi, el emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Thani, y el propio Erdogan, quienes firmaron el documento junto al mandatario estadounidense.
Aunque el Gobierno de Egipto había confirmado la asistencia de Netanyahu, la presión de Ankara habría forzado un cambio repentino. Israel Hayom asegura que Erdogan comunicó a Al Sisi que su avión regresaría inmediatamente a Ankara si Netanyahu aterrizaba en Egipto, una advertencia que desató consultas urgentes entre Washington, El Cairo y Tel Aviv. Finalmente, se acordó cancelar la visita israelí.
Netanyahu fuera de la foto

La oficina de Netanyahu intentó justificar la ausencia alegando la coincidencia con las festividades judías y la necesidad de evitar tensiones con partidos ultraortodoxos y de derecha. Sin embargo, Israel Hayom desmintió que existiera algún reclamo de esos sectores religiosos y aclaró que no hubo conversaciones formales al respecto.

Fuentes turcas citadas por la agencia Anadolu indicaron que el avión presidencial de Erdogan incluso sobrevoló el mar Rojo durante varios minutos antes de aterrizar, mientras se resolvía la situación diplomática.
El episodio se produjo en un momento en que la diplomacia internacional intentaba celebrar la firma de un acuerdo que, según Trump, “marca el comienzo de una paz duradera en Oriente Medio”. La ausencia de Netanyahu, sin embargo, deja al descubierto las fracturas políticas y personales entre los líderes regionales y plantea dudas sobre la sostenibilidad del pacto.