Tras el cierre de la fusión Chevron-Hess , la firma de inteligencia de mercado Welligence aconseja a Chevron, que ahora posee una participación del 30% en el bloque Stabroek, actuar con cautela.
El Bloque Stabroek operado por ExxonMobil se encuentra en un territorio marítimo pendiente por delimitar: la Guayana Esequiba.
Venezuela, que tiene documentación histórica en su poder, reclama la Guayana Esequiba como suya.
Un comunicado del 30 de junio de 2025 expedido por el gobierno venezolano, a través de su Canciller Yván Gil, ratifica expresamente, una vez más, que:
«La Guayana Esequiba es territorio venezolano, y solo el Acuerdo de Ginebra de 1966 constituye el mecanismo válido y reconocido para resolver la controversia sobre ese espacio terrestre. No existe atajo judicial ni maniobra mediática que despoje a Venezuela de sus derechos históricos.
Guyana carece de autoridad moral para hablar de legalidad o de democracia.
Lo que exhibe como “cooperación” con Estados Unidos no es más que una entrega servil de soberanía, que busca convertir a su país en una base de operaciones contra Venezuela y contra la estabilidad de la región.»
Por esto, no es de extrañar la recomendación de Wellington a Chevron, que es socio del Estado venezolano y ahora junto con ExxonMobil se mete de lleno en la explotación ilegal de recursos energéticos en la Guayana Esequiba.