El gobierno de Venezuela, el pasado 6 de junio, emitió un comunicado expresando su extrañeza ante la reacción iracunda e injustificada de la Primera Ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, sobre la denuncia por parte de la república Bolivariana sobre la presencia y detención de criminales de origen trinitense en el territorio nacional.
“Hemos visto en los medios de comunicación que los venezolanos hacen acusaciones contra Trinidad y Tobago (…) Con respecto a un grupo paramilitar entrando en Venezuela desde Trinidad. Veo categóricamente, no tenemos ninguna evidencia para validar esto en este momento. Vi también en el periódico de hoy donde el Ministro de Justicia de Venezuela afirmó que el trinitario Kendel Jheron fue supuestamente capturado en este grupo. De nuevo, no hemos visto ninguna evidencia que apoye los comentarios de este evento a través de funcionarios,” afirmó la primera ministra.
El Ministro del Interior, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, anunció el pasado 4 de junio la captura de un ciudadano terrorista de Trinidad y Tobago, según reveló durante el programa «Con el Mazo Dando». Esta revelación se produce en medio de afirmaciones sobre la entrada de grupos paramilitares colombianos a Venezuela por el este del país a través del territorio trinitense.
“Fuerza letal”: Trinidad y Tobago fuera de proporciones con Venezuela
“Hoy quiero dejarlo muy claro al gobierno y funcionarios venezolanos, que pueden hacer lo que quieran en territorio venezolano pero no pueden venir aquí. El territorio de Trinidad y Tobago está fuera de sus límites. Si los comentarios del señor Cabello se revelan como amenaza de entrar a territorio de Trinidad y Tobago, deberían reconsiderar tal intención,” afirmó Persad-Bissessar.
Estas afirmaciones implican una supuesta amenaza desde Venezuela de entrar a territorio de Trinidad y Tobago, ante las palabras del Ministro Cabello sobre el combate al terrorismo en territorio nacional.
“Aquí en Venezuela tenemos una batalla todos los días contra el narcotráfico, contra el terrorismo. Ayer el presidente anunciaba, capturamos por allá en el estado Sucre, en el estado Sucre, grupo de armas, lanchas, equipos (…) Nosotros nos vamos a meter, los vamos a buscar. Se metan y se escondan donde se escondan. Aquí hay una batalla contra las bandas, una batalla contra las bandas del terrorismo narcotráfico, de la corrupción, del lavado de dinero” así lo afirmó Cabello.
Estas son las palabras a las que Persad-Bissessar reacciona con un llamado a “fuerza letal”, un llamado desproporcionado ante las palabras de Cabello.
“El hecho es que como un gobierno responsable, tenemos que tomar todas las amenazas contra cualquier incursión en nuestro territorio. En serio. Hablaré con el ministro de defensa y en general para pedir consejo sobre protecciones para nuestra Guardia Costera, para utilizar una fuerza mortal en cualquier buque no identificado, que termine en aguas de Trinidad y Tobago desde Venezuela (…) Tras los comentarios de Maduro y Cabello, ahora todos tenemos que tomar en serio la amenaza de ese gobierno, enviando a los agentes a nuestro país” afirmó la primera ministra trinitense.
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¿Huele a Guyana?
Estas amenazas con viso de victimización por parte de Trinidad y Tobago, copian la estrategia de Guyana.
En marzo de 2025, justo luego del anuncio de las elecciones regionales y legislativas, Guyana acusó a Venezuela de una supuesta incursión naval en la Zona Económica Especial, comprendida en las aguas al Atlántico correspondientes a la Guayana Esequiba, zona en reclamación por Venezuela que sostiene sus derechos históricos sobre la región. En el propio mes de mayo, a solo días de las elecciones, las Fuerzas de Defensa de Guyana posicionó tropas en puntos del margen del Río Cuyuní (línea de facto entre ambas naciones) donde según el presidente “pasaban tiempo” con los locales. 48 horas después, el 16 de mayo, las GDF reportaban tres supuestos ataques desde sendos puntos del margen venezolano del afluente, sin evidencia tangible ni testimonial. Casi un mes después, las GDF siguen sin ofrecer pruebas del pretendido caso.
Ante todo esto, los socios comerciales y del sector petrolero de Guyana, dígase Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea, levantaron amenazas directas contra Venezuela en franca parcialización con Guyana. El interés fundamental es el petróleo que Guyana roba a Venezuela y proporciona en altos porcientos a esas naciones.
Venezuela es firmante, junto a Guyana, del Acuerdo de Ginebra de 1966, que sobresee el laudo Arbitral de 1899 mediante el que Reino Unido expoliaba la Guayana Esequiba a Venezuela. Por demás, todos los avances de Venezuela sobre sus derechos sobre esta región, han sido democráticos, legales y pacíficos, tales como el referéndum sobre la Guayana Esequiba y la firma de los Acuerdos de Argyle, de 2023, la Ley Orgánica de la Guyana Esequiba en 2025 y la elección de Neil Villamizar como gobernador de dicha región en 2025.
“Ya lo han hecho antes. Hicieron comentarios propagandísticos similares sobre Guyana y Colombia siempre que tienen problemas políticos interiores o elecciones y luego se enzarzan en escaramuzas fronterizas con violencia. Nos tomaremos estas amenazas muy en serio” afirmó la primera ministra.
Estados Unidos: Maestro titiritero
Venezuela y Trinidad y Tobago han mantenido relaciones cordiales históricamente, dada la cercanía geográfica que propicia concomitancias culturales. Ambas naciones son miembros del ALBA TCP, iniciativa de integración regional fundada en 2004 por los comandantes Hugo Chávez de Venezuela y Fidel Castro de Cuba. Ambas naciones son miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, CELAC.
No obstante estas relaciones, el 10 de diciembre de 2024, la Embajadora de los Estados Unidos, Candace Bond, y el Comandante del Mando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM), Almirante Alvin Holsey, se reunieron con el anterior Primer Ministro, Dr. Keith Rowley, y otros ministros del Gobierno para supuestamente debatir sobre seguridad, energía, ciberseguridad y cooperación en materia de derechos humanos. Se firmó además un Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas (SOFA), para facilitar la interoperabilidad entre las fuerzas armadas de ambos países. Washington y Puerto España firmaron originalmente el SOFA en 2007. El acuerdo se renovó en 2013 y expiraba en enero de 2025.
Los cambios de ambas administraciones, en Estados Unidos y Trinidad y Tobago, dieron un giro sobre el proyecto de gas natural Dragón, ubicado en aguas territoriales venezolanas. El 24 de marzo de 2025, la Casa Blanca emitió una orden que establecía el 2 de abril de 2025 como fecha para la imposición de un arancel del 25 por ciento a todas las mercancías importadas a Estados Unidos desde cualquier país que importe petróleo venezolano, ya sea directamente desde Venezuela o indirectamente a través de terceros. Además, la administración Trump revocó las licencias a las grandes petroleras Shell y BP y sus socios para operar proyectos de gas natural en alta mar en Venezuela que planeaban enviar gas a Trinidad y Tobago.
Ubicado frente a la costa nororiental de Venezuela, el campo de gas Dragón contiene 4,2 trillones de pies cúbicos de gas natural. El acuerdo establece los medios para canalizar el gas venezolano a Trinidad y Tobago, donde podrá ser procesado y exportado como gas natural licuado.
Durante su visita al Caribe, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, también ponderó a Trinidad y Tobago como proveedor energético. «El Secretario de Estado Marco Rubio habló con el Primer Ministro de Trinidad y Tobago, Stuart Young, para reafirmar la sólida relación bilateral entre Estados Unidos y Trinidad y Tobago, haciendo hincapié en las prioridades compartidas en materia de seguridad energética regional y cooperación económica. El Secretario Rubio reconoció que la seguridad energética es importante para la prosperidad y la economía de Trinidad y Tobago. Cualquier resultado de las sanciones contra el régimen de Maduro y Venezuela no es de ninguna manera indicativo de nuestra relación con Trinidad y Tobago y el valor que le damos» así se lee en comunicación oficial del portafolio de exteriores de Estados Unidos.
A inicios de mayo y justo luego de su juramentación, la Primera Ministra Persad-Bissessar declaró “muerto” el acuerdo sobre el proyecto de gas Dragón, en línea con la política de Estados Unidos. Esta postura, criticada por el anterior primer ministro Stuart Young, quien la llamó irresponsable por querer omitir a Venezuela de la ecuación energética regional, se confirma con sus recientes declaraciones en la propia conferencia de prensa.
“Ninguna retórica a favor del gobierno de Maduro conducirá a ninguna tensión entre este gobierno de la UNC y el gobierno estadounidense. Estamos sólidamente con el gobierno estadounidense en las cuestiones relativas a Venezuela. Eso no cambiará. No queremos tomar parte en el artilugio político del gobierno de Venezuela. Somos vecinos pacíficos, dejémoslo así,” dijo la primera ministra.
Esta “vecindad pacífica” usa también otras estrategias de ataque similares a las de Guyana y estados Unidos: los migrantes venezolanos.
“El Sr. Cabello (…) condenó el tratamiento a venezolanos en el extranjero que han huido de su Patria. (…) Sr. Cabello, se pregunta ¿por qué? ¿Se pregunta por qué están huyendo de Venezuela en primer lugar? ¿Por qué huyen? ¿Es por el comportamiento de su propio gobierno?”
Más de 36.000 venezolanos residen en Trinidad y Tobago, como parte de la migración económica que salió del país, a causa de la imposición de sanciones unilaterales contra la nación desde 2015.
Ya desde mayo de 2023, Persaud-Bisssessar había emitido comentarios peyorativos que buscaban criminalizar a la migración venezolana. En noviembre de 2024 y en vistas de las elecciones generales, la ahora primera ministra atacó a la comunidad venezolana y anunció políticas de deportación masiva, como las que ahora lleva a vías de hecho Donald Trump.
En esto también imita a Guyana en sus continuos ataques contra migrantes venezolanos cuando el 12 de marzo de 2025 el Ministro del Interior de esa nación, Robeson Benn denunció sin evidencias que existían “sleepers” o “durmientes” entre la migración venezolana, es decir, espías. También en vísperas de las elecciones del 25 de mayo, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa Omar Khan, amenazó con cárcel y deportación a los ciudadanos venezolanos que, viviendo en Guyana, ejercieran su derecho al voto en los comicios regionales y legislativos.
