El Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), símbolo del modelo autoritario de seguridad del presidente Nayib Bukele, enfrenta una nueva ola de protestas dentro y fuera de El Salvador.
Familiares de detenidos y organizaciones humanitarias se movilizaron en San Salvador, Santa Ana y frente a consulados en EE.UU. para exigir información sobre miles de presos incomunicados bajo el régimen de excepción.
Las denuncias apuntan a detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones, además de la falta de acceso a abogados y familiares. Colectivos como Familias Libres acusan al gobierno de convertir el CECOT en un instrumento de represión política, donde permanecen personas sin juicio ni evidencia de delitos.
Asimismo, Human Rights Watch y el American Immigration Council, señalan que decenas de migrantes deportados desde EE.UU. habrían sido trasladados directamente al penal sin proceso judicial, lo que revela una posible coordinación entre Washington y San Salvador en políticas de “mano dura” contra migrantes latinoamericanos.

