El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció este lunes que Rusia está dispuesta a seguir respetando durante un año más las restricciones del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, START, cuyo vencimiento está previsto para el 5 de febrero de 2026, siempre que Estados Unidos adopte medidas similares.

«Rusia está dispuesta a seguir respetando las restricciones cuantitativas centrales previstas en el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas durante un año después del 5 de febrero de 2026», declaró el mandatario durante una reunión del Consejo de Seguridad ruso.
Sin embargo, puntualizó que «esta medida solo será viable si Estados Unidos actúa de manera similar y no toma medidas que socaven o violen el equilibrio existente de potenciales disuasorios».
Putin subrayó que este acuerdo, vigente desde hace casi 15 años, ha desempeñado un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio nuclear y en la previsibilidad estratégica global. «Un rechazo total del legado de este acuerdo sería, desde muchos puntos de vista, una medida equivocada y miope», señaló, agregando que también podría tener «un impacto negativo en la garantía de los objetivos del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares».
El jefe del Kremlin advirtió que, pese a la disposición de Moscú a mantener un marco de cooperación, Rusia conserva la capacidad de reaccionar de manera contundente. «No debería haber ninguna duda de que Rusia es capaz de responder a cualquier amenaza existente y emergente, y responder no con palabras, sino con medidas militares y técnicas», afirmó.
Como ejemplo, recordó la reciente decisión de abandonar la moratoria unilateral sobre el despliegue de misiles terrestres de alcance medio y corto, una respuesta —dijo— a los programas de armas de Estados Unidos y sus aliados en Europa y la región Asia-Pacífico, que «amenazan directamente la seguridad de Rusia«.
A pesar de estas advertencias, Putin insistió en que Moscú no busca una escalada. «Confiamos en la fiabilidad y eficacia de nuestras fuerzas nacionales de disuasión, pero al mismo tiempo no tenemos ningún interés en aumentar aún más las tensiones y desencadenar una carrera armamentística», explicó. Destacó además que Rusia sigue priorizando «los métodos políticos y diplomáticos» en su política exterior, bajo los principios de igualdad y seguridad indivisible.

El tratado, firmado en 2010 y prorrogado por cinco años en 2021, limitaba los arsenales de ambos países a 700 portadores, 1.550 ojivas nucleares y 800 lanzadores. Sin embargo, Moscú suspendió su participación en 2023, acusando a Washington de «destruir la base legal en materia de control de armas y seguridad» al fortalecer la infraestructura militar de la OTAN en su contra.

Pese a estas tensiones, Putin recalcó que el compromiso temporal propuesto busca evitar una nueva carrera armamentista y garantizar un marco mínimo de estabilidad. «Para evitar una nueva carrera armamentista estratégica es necesario garantizar un nivel aceptable de previsibilidad y moderación», concluyó.