El presidente de Rusia, Vladímir Putin, sostuvo una reunión clave con Steve Witkoff, el enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, quien llegó a Moscú con el objetivo de avanzar en posibles soluciones diplomáticas al prolongado conflicto en Ucrania.
La reunión se produce en un momento crítico, tras amenazas reiteradas de Trump de imponer aranceles y otras restricciones económicas a Moscú si no se lograba un avance tangible en el proceso de paz con Kiev.
No obstante, el mandatario estadounidense ha mostrado escepticismo sobre la eficacia de tales medidas: admitió que Rusia «sabe evitar las sanciones y mitigar sus consecuencias», por lo que dudó de que nuevas restricciones sean realmente efectivas para presionar a Moscú.
El encuentro de este miércoles representa un nuevo intento de reactivar las negociaciones directas entre Rusia y Ucrania, tras la anterior reunión entre Putin y Witkoff celebrada en abril. Un mes después de ese primer acercamiento, ambas partes retomaron en Estambul un diálogo que no se daba desde hacía tres años.
Según fuentes del Kremlin, la propuesta de paz de Moscú exige que Ucrania retire sus tropas de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, así como de las provincias de Zaporozhie y Jersón —territorios que Rusia considera parte de su Federación tras consultas populares en 2022—. Además, se requiere el reconocimiento de Crimea y Sebastopol como sujetos federales rusos, y garantías de neutralidad, no alineación, desnuclearización, desmilitarización y “desnazificación” de Ucrania.
Trump: Putin sabe como enfrentar sanciones

El movimiento diplomático ocurre justo cuando Trump busca reposicionar la política exterior de EE.UU. hacia una retirada del conflicto ucraniano. “Esta es la guerra de Biden. No es mi guerra. Estoy aquí para sacarnos de ella”, declaró Trump el martes, en respuesta a una pregunta sobre el reclutamiento militar en Ucrania.
Acompañando esta postura, Stephen Miller, subjefe de Gabinete de la Casa Blanca, aseguró que Trump tiene «todas las opciones sobre la mesa» para abordar la crisis mediante herramientas diplomáticas, financieras y otras medidas aún no especificadas.
Según reportó Bloomberg, el viaje de Witkoff responde también a la presión del propio cronograma impuesto por Trump, quien a mediados de julio advirtió que tomaría medidas si no se observaban avances antes del 8 de agosto. En palabras del propio presidente estadounidense: “Tenemos una reunión con Rusia mañana. Veremos qué sucede. Tomaremos esa decisión en ese momento”.
La comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de estas negociaciones, que podrían definir un giro importante en la guerra más prolongada en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.