En medio de la escalada de tensiones en Oriente Medio, Irán ha confirmado el uso masivo de vehículos aéreos no tripulados (UAVs), comúnmente conocidos como drones, en su reciente ofensiva contra Israel.
Esta acción marca un nuevo capítulo en la guerra asimétrica que utiliza tecnología accesible pero altamente efectiva para proyectar poder y desafiar la superioridad militar israelí.
Los UAVs: armas silenciosas y letales
Los drones iraníes, entre los que destacan modelos como el Shahed-136 y el Mohajer-6, son pequeñas aeronaves no tripuladas diseñadas para misiones de reconocimiento y ataques suicidas. Con alcances que pueden superar los 2,000 kilómetros, estos UAVs están equipados con cargas explosivas y sistemas de guiado que les permiten impactar objetivos estratégicos a gran distancia.
A diferencia de los costosos misiles interceptores utilizados por Israel, cuyo precio puede alcanzar varios millones de dólares por unidad, los drones iraníes tienen un costo de producción relativamente bajo —entre 20.000 y 300.000 dólares según el modelo—, lo que permite a Teherán lanzar ataques masivos con una inversión económica modesta.

Los UAVs iraníes tienen tres funciones principales:
- Ataque kamikaze (loitering munition):
Vuelan largas distancias, identifican un objetivo y se estrellan contra él. Ejemplo: Shahed-136, Arash-2. - Reconocimiento y vigilancia:
Equipados con cámaras y sensores para detectar movimientos enemigos. Ejemplo: Ababil-3, Mohajer-6. - Ataque armado:
Lanzan misiles o bombas guiadas desde el aire. Ejemplo: Shahed-129, Mohajer-6.
Cuánto cuesta fabricar uno?
Los costos estimados de producción iraní son bajos comparados con los estándares occidentales:
Modelo | Costo aproximado por unidad |
---|---|
Shahed-136 | $20,000 – $50,000 USD |
Mohajer-6 | $200,000 – $300,000 USD |
Shahed-129 | $500,000 – $700,000 USD |
Ababil | $10,000 – $30,000 USD |
Estrategia y función en el campo de batalla.

La estrategia iraní con estos UAVs es doble: por un lado, emplearlos como drones kamikaze para golpear infraestructuras clave y bases militares israelíes; por otro, utilizarlos para tareas de vigilancia y recopilación de inteligencia en tiempo real.
Esta combinación multiplica las posibilidades tácticas y dificulta la defensa israelí, que debe desplegar costosos sistemas de intercepción para neutralizar las amenazas.
Según expertos militares, los UAVs iraníes vuelan bajo y en grandes cantidades, dificultando su detección por radares convencionales y saturando los sistemas antiaéreos israelíes. La idea es que Israel ha intercepte la mayoría de estos drones y agotar sus reservas sin contar con los millones de dólares destinados para eso. De allí, el uso masivo por parte de Irán que revela la intención de desafiar abiertamente la capacidad defensiva israelí y demostrar su poderío regional.
Este despliegue tecnológico abre un nuevo frente en el conflicto Israel-Irán, donde la tecnología barata y masiva puede equilibrar, la disparidad en capacidades militares convencionales. La guerra de drones se presenta así como una forma moderna de confrontación que podría redefinir las dinámicas de poder en Medio Oriente.
Además, la baja inversión económica requerida para fabricar estos UAVs —en comparación con el costo de su intercepción— convierte a Irán en un actor capaz de mantener una campaña sostenida de presión sin comprometer excesivos recursos financieros.