En el centro del cierre de Gobierno más largo en la historia de EEUU ha estado un desacuerdo entre republicanos y demócratas sobre los subsidios a la salud.
En concreto, los fondos destinados por el Gobierno a los ciudadanos que adquieren su seguro médico bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA, en inglés), conocida también como Obamacare.
Coberturas en peligro
La expansión en 2021 de los créditos del Obamacare ayudó a que más estadounidenses de clase media pudieran acceder a la ayuda federal. Como consecuencia, en los últimos cuatro años, la cantidad de personas que están inscritos en el programa se duplicó: de unos 11 a 24 millones, según datos de la organización sin ánimo de lucro KFF.
Si el Congreso de EEUU. o llega a un acuerdo en diciembre y, efectivamente, la expansión de subsidios se termina, las personas más afectadas serán los adultos mayores y las familias de clase media y trabajadora.

Las personas que dependen del dinero del Gobierno para poder tener un plan médico se enfrentarían a tarifas que representan el doble de lo que pagan actualmente, de acuerdo con KFF.
Millones en riesgo
Según datos de KFF, en el año 2024 los subsidios al Obamacare permitieron que las personas aseguradas ahorraran en promedio 705 dólares, reduciendo su pago anual a 888 dólares.
La ley ACA fue una de las políticas bandera del expresidente Barack Obama (2009-2017), que hizo campaña bajo la promesa de recortar los gastos en salud y ampliar el acceso a seguros médicos asequibles y de calidad.
Durante 40 días, los demócratas se rehusaron a apoyar en el Senado una medida temporal impulsada por los republicanos para financiar el Gobierno federal que no incluyera una extensión de estos subsidios, ampliados en 2021 y extendidos hasta 2025 por la Ley de Reducción de la Inflación apoyada por el expresidente Joe Biden.
Reforma sanitaria ambiciosa
Años después, la Corte Suprema confirmó su constitucionalidad, permitiendo la entrada en vigor de sus medidas clave, entre ellas la expansión de Medicaid, los subsidios y prohibición de discriminación por condiciones médicas preexistentes.
Desde sus inicios hasta hoy, los republicanos – con el presidente Donald Trump a la cabeza- se han opuesto a la legislación.
Sin estos beneficios, el costo promedio anual de los seguros habría sido de 1.593 dólares, es decir, más del 75 % por encima de los precios actuales.
Finalmente, este domingo 9 de noviembre, varios senadores demócratas rompieron con la disciplina de su partido y dieron su apoyo a la medida a cambio, entre otras cuestiones, de celebrar una votación en diciembre sobre la extensión por un año de estos subsidios, que de otra forma expirarán a fines de 2025, que tiene pocas posibilidades de éxito.
Después de una larga batalla en el Congreso, la legislación fue promulgada por Obama en 2010, sellando con su nombre la realización de una de las reformas de salud más ambiciosas de la historia del país.

