“Colombia y Venezuela son un solo pueblo”
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, emitió una declaración contundente en defensa de Nicolás Maduro y del derecho de los pueblos a decidir su destino sin intervenciones extranjeras. Petro destacó que Colombia y Venezuela comparten historia, cultura y destino, y que cualquier intento militar o político unilateral contra Venezuela constituye una agresión contra toda Latinoamérica y el Caribe, todo en relación a la recompensa que el gobierno estadounidense está ofreciendo en contra del presidente de Venezuela.
Al recordar el grito de libertad de Simón Bolívar, “Libertad o muerte”, Petro planteó que la soberanía debe ser respetada y defendida porque es un principio fundamental de la región. La respuesta al anuncio estadounidense debe ser clara: rechazo total a cualquier operación que vulnere la autonomía de países hermanos.

Cuba denuncia el actuar ilegal y unilateral de Washington
Desde Cuba, el presidente Miguel Díaz-Canel alzó la voz contra lo que calificó como un nuevo intento imperial de EE.UU. de erigirse en “juez global” para interferir en la soberanía de Venezuela. Díaz-Canel denunció públicamente las medidas “ilegales y unilaterales” adoptadas por Washington y reafirmó la legitimidad del gobierno venezolano y de su presidente.
Para el mandatario cubano, estas acciones violentan claramente los principios fundamentales del Derecho Internacional y buscan, de manera fraudulenta, desestabilizar a Venezuela y a toda la región. Cuba, como aliado histórico de la revolución bolivariana, reafirma su apoyo irrestricto al respeto a la autodeterminación y soberanía del pueblo venezolano.

Un mensaje de hermandad y resistencia desde Nicaragua
En medio de las políticas injerencistas protagonizada por la administración Trump, el gobierno estadounidense ofreció una recompensa inconstitucional e ilegal de 50 millones de dólares por la captura del presidente legitimo y constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, pero ante esta nueva ola de ataques contra nación suramericana voces de toda América Latina han salido a repudiar esta medida y a expresar un compromiso firme con la soberanía y dignidad de Venezuela.
Desde Nicaragua, el copresidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo enviaron un emotivo y apasionado mensaje a Maduro, reafirmando la hermandad entre los pueblos latinoamericanos y caribeños. En sus palabras, la lucha de Venezuela es la lucha de toda la Patria Grande, una batalla llevada con valentía por el «valiente hijo de Chávez» y «valientísimo hijo de Bolívar.»
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Ortega y Murillo recordaron la historia heroica de la región, con referencias a Sandino y la resistencia frente a las imposiciones externas, reforzando que «ni nos vendemos, ni nos rendimos.» La soberanía, dijeron, es inviolable y no está en discusión, solo en defensa permanente. Estos líderes destacaron que la medida unilateral de Washington no solo es absurda, sino un acto de agresión que fortalece su determinación de seguir adelante hacia la libertad y la independencia plena.
Voces internacionales de derechos humanos se suman al rechazo
El repudio a la recompensa ofrecida por Trump no se limita a gobiernos y figuras políticas. Nidia Díaz, defensora salvadoreña de los derechos humanos, expresó su condena firme contra las sanciones y bloqueos impuestos contra países como Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Para Díaz, el anuncio de los 50 millones de dólares para capturar a Nicolás Maduro representa una escalada de la intervención imperialista que obstaculiza el derecho de los pueblos a vivir en paz, libertad y con soberanía plena. Reiteró que la única vía posible para América Latina es el respeto a la autodeterminación y el rechazo absoluto a la injerencia foránea.

México exige pruebas contra el presidente Nicolás Maduro
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció con firmeza y claridad contra lo que considera como la absurda recompensa en contra del presidente Nicolás Maduro, durante una conferencia de prensa, declaró que en México no existe ninguna investigación ni pruebas que vinculen al presidente venezolano con el narcotráfico o con cárteles como el de Sinaloa, como ha afirmado el gobierno estadounidense.
Sheinbaum subrayó que es la primera vez que escuchan esa acusación y manifestó un reto claro hacia las autoridades de Estados Unidos: “Si tienen alguna prueba, que la muestren. Nosotros no tenemos ninguna información relacionada con esos señalamientos.” Esta postura refleja la posición de un país que insiste en el respeto a la soberanía y en la necesidad de basar cualquier acusación en evidencias sólidas y procesos legales transparentes.
La mandataria también señaló que, contrariamente a lo difundido en algunas declaraciones, en territorio mexicano no hay investigaciones que respalden la supuesta conexión de Maduro con organizaciones criminales, lo que pone en cuestión la legitimidad y legalidad de la medida unilateral adoptada por Washington. En este contexto, Sheinbaum reafirmó el llamado a que cualquier señalamiento se haga con base en pruebas concretas y dentro del marco del Derecho Internacional y las normativas judiciales correspondientes.
Esta declaración se suma a la ola de rechazos desde diversos países de América Latina, que ven en la recompensa no solo una agresión directa a la figura de un presidente legítimamente electo, sino un acto de injerencia que viola principios soberanos y que podría desestabilizar aún más una región ya impactada por tensiones geopolíticas.
Bolivia condena como agresión colonialista la captura de Nicolás Maduro
El presidente boliviano Luis Arce y el expresidente Evo Morales repudiaron enérgicamente la recompensa ofrecida por la administración Trump, que promete 50 millones de dólares a cambio de información para capturar al presidente venezolano Nicolás Maduro. Ambos líderes calificaron esta acción como una ofensa inaceptable y una práctica colonialista que atenta contra la soberanía y dignidad de Venezuela y de los pueblos latinoamericanos.
Luis Arce expresó en sus redes sociales un rechazo contundente, denunciando que ofrecer una recompensa por la captura de un mandatario democráticamente electo constituye una agresión directa. Por su parte, Evo Morales también condenó las “nuevas amenazas” del gobierno estadounidense, señalando que Washington actúa como policía mundial con el objetivo de apoderarse de los recursos naturales de Venezuela, país rico en recursos naturales. Morales reafirmó que, a pesar de esto, “la Revolución Bolivariana vencerá”.
Esta medida se presenta como una reedición de acusaciones anteriores contra Maduro en relación con el narcotráfico, que ya fueron denunciadas como infundadas. La Fiscalía General de Venezuela calificó la oferta de recompensa como una maniobra grotesca destinada a generar caos interno en medio de un contexto electoral y político complejo, en una operación de guerra psicológica y propaganda que busca satisfacer a sectores extremistas de la oposición venezolana.

Presidente Maduro responde con dignidad y convicción
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro ha calificado la orden de captura y la recompensa monetaria como “absurdas, ilegales e inconstitucionales”, subrayando que representan un ataque directo a la soberanía nacional y a la estabilidad democrática de Venezuela.
Maduro reafirma su legitimidad como mandatario y su compromiso con la resistencia pacífica frente a las imposiciones externas. Ha agradecido las expresiones internacionales de respaldo y ha convocado a la unión regional para enfrentar la arremetida imperialista y proteger la paz y la dignidad de los pueblos hermanos.
La unidad y la soberanía, respuesta frente a la agresión imperial
La reacción unánime de líderes y defensores de derechos humanos de América Latina ante la escalada irresponsable y provocadora de la administración Trump evidencia un fuerte rechazo regional a la intromisión estadounidense. Las expresiones de apoyo a Nicolás Maduro resaltan la importancia de defender la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, un valor que está en la esencia del sueño bolivariano y del destino común latinoamericano.
Lejos de dividir, esta crisis ha tensado aún más los lazos de hermandad entre los países de la región que consideran que la verdadera victoria se logrará a través de la unidad, la resistencia pacífica y el respeto mutuo. Como lo dijeron Ortega y Murillo, como lo reafirmaron Petro, Díaz-Canel y Nidia Díaz: no hay premio que valga más que la dignidad de los pueblos libres y soberanos.
La sombra de la injerencia imperial debe ser desplazada por la luz que emana de la historia común, la valentía y el compromiso con un futuro de justicia social y respeto pleno a la soberanía nacional. Venezuela, bajo la conducción del presidente Nicolás Maduro, continúa siendo para muchos un símbolo de esa resistencia centenaria.