La remolacha, también conocida como betabel, es un tubérculo cultivado principalmente en regiones templadas y durante estaciones frías, que destaca por su alto valor nutricional y accesibilidad. Su bajo contenido calórico, junto con una significativa presencia de folato, vitamina C, potasio y fibra, la convierten en una opción saludable para integrar en la dieta diaria, especialmente para quienes buscan cuidar su salud sin sacrificar sabor ni economía, señaló RT.
Los pigmentos betalaína, responsables de su característico color rojo intenso, poseen propiedades antioxidantes que protegen las células frente al daño oxidativo, un factor clave en el envejecimiento y diversas enfermedades crónicas.
En cuanto a la salud cardiovascular, múltiples estudios han evidenciado que los nitratos naturales de la remolacha favorecen la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que ayuda a reducir la presión arterial y mejora la circulación. Así, su consumo habitual podría convertirse en una medida efectiva y accesible para prevenir enfermedades del corazón. Además, el folato que contiene contribuye al buen mantenimiento de los vasos sanguíneos, favoreciendo la prevención de accidentes cerebrovasculares y otros trastornos cardiovasculares.
Los beneficios de la remolacha también alcanzan al cerebro. Investigaciones recientes sugieren que la ingesta de alimentos ricos en nitratos, como el jugo de remolacha, puede mejorar la circulación cerebral y potenciar funciones cognitivas, ofreciendo una herramienta natural para cuidar la salud mental a largo plazo.
Este alimento, simple y económico, representa una opción que va más allá de lo nutritivo, contribuyendo al bienestar integral de la población y ofreciendo una alternativa sostenible para la prevención de enfermedades crónicas.

