El río Orinoco ha alcanzado niveles críticos en los estados Bolívar y Amazonas, activando la alerta roja por la crecida inusual que ha generado alarmas en las autoridades y comunidades ribereñas. Según Protección Civil, para el 5 de agosto de 2025, el río marcaba niveles un nivel de 17,61 m.s.n.m, en Puerto Ayacucho (Amazonas), +3 cm por encima de la cota registrada el día anterior en esta estación hidrométrica, superando en 1,44 metros la línea de alerta roja establecida en 52 metros.
En otras localidades del estado Bolívar, como El Jobal y Caicara del Orinoco, el caudal también excedía los límites críticos. La capital del estado, Ciudad Bolívar, permanecía en alerta amarilla, peligrosamente cerca del umbral rojo, con 17,56 metros. Estas cifras reflejan un aumento sostenido del caudal que continúa elevándose día tras día, intensificando una situación que ya afecta a miles de personas.

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Evacuaciones y daños en comunidades ribereñas
Más de 2.500 personas han sido evacuadas en el estado Amazonas, en municipios como Atures, Atabapo, Autana y El Burro, mientras que en Bolívar más de 4.000 personas han sido afectadas. En Caicara del Orinoco, unas 1.059 familias fueron trasladadas a refugios de manera preventiva ante el avance del río. En el municipio Angostura del Orinoco, 74 familias tuvieron que abandonar sectores vulnerables. La región Delta Amacuro también ha sufrido la pérdida de cultivos y cosechas en al menos 30 comunidades, afectando a más de 600 familias y agravando la vulnerabilidad alimentaria local.
La Piedra del Medio símbolo cultural de la región
Más allá de los daños materiales y sociales, en Ciudad Bolívar la atención se centra en la Piedra del Medio, una formación rocosa ubicada en el lecho del río con un significado simbólico y cultural profundo para los pobladores de la región. Este hito natural ha servido como referencia durante siglos y es un termómetro visual del nivel del río. Su posible sumersión completa representa para muchos un presagio de inundaciones severas y un aviso de que el río ha alcanzado un nivel peligroso.
La Piedra del Medio está envuelta en mitos ancestrales, entre ellos la leyenda de la serpiente de siete cabezas que, según las creencias locales, descansa bajo la piedra y se cree que su despertar con la sumersión total del hito traería consecuencias desastrosas. Aun fuera del ámbito mitológico, su desaparición bajo las aguas es un indicador tangible y preocupante del avance del río y el riesgo creciente para la región.

Lluvias intensas y cambio climático son las causas del fenómeno
Expertos coinciden en que la actual crecida anómala del Orinoco responde a una combinación de factores meteorológicos extremos. Desde finales de junio, lluvias persistentes, alimentadas por ondas tropicales y sistemas nubosos de la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), han aumentado el volumen de agua que llega a la cuenca del Orinoco. Esta prolongada precipitación ha saturado los suelos y desbordado lagunas y humedales, incrementando el caudal del río a niveles récord en varios puntos críticos.
Además, se señala que estas condiciones hidrometeorológicas extremas reflejan un patrón creciente de alteraciones climáticas que afectan no solo la dinámica fluvial, sino también la estabilidad ecológica y social de las regiones afectadas. El escenario advierte sobre la necesidad de reforzar políticas públicas de prevención, adaptación y mitigación ante eventos hidrológicos severos.
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Respuesta institucional y recomendaciones
Ante esta situación, los gobiernos regionales en conjunto con Protección Civil y otras entidades han desplegado medidas para proteger a la población, incluyendo evacuaciones, habilitación de refugios y monitoreo constante de las zonas vulnerables. Se hace un llamado a las comunidades ribereñas a mantener la calma, estar atentas a las recomendaciones oficiales y participar en las acciones de prevención y respuesta.
Se destaca la labor impetuosa de los entes gubernamentales en avanzar en sistemas de alerta temprana, infraestructura hidráulica resistente y planes comunitarios de gestión de riesgos para enfrentar futuros episodios de crecidas de ríos exacerbados por el cambio climático. La solidaridad y la cooperación local, junto con la acción gubernamental coordinada, son fundamentales para mitigar el impacto de esta emergencia que afecta directamente la vida y el bienestar de miles de venezolanos que habitan alrededor del río Orinoco.
En conclusión, la crecida histórica del río Orinoco en 2025 ha llevado a la activación de la alerta roja en los estados Bolívar y Amazonas. La Piedra del Medio, un símbolo emblemático para Ciudad Bolívar, está en riesgo de desaparecer bajo las aguas, un hecho que despierta preocupación y temor entre la población. Las autoridades y comunidades enfrentan una emergencia compleja, que subraya la fragilidad ambiental y social de la región frente a fenómenos climáticos cada vez más frecuentes y severos, y que demanda acción inmediata y sostenida para la protección de vidas y ecosistemas.