Rusia ejecutó un nuevo intercambio humanitario con Ucrania en el marco de los acuerdos alcanzados en Estambul, entregando 1.000 cuerpos de militares ucranianos a cambio de 30 soldados rusos fallecidos, según informó una fuente conocedora del proceso citada por Sputnik.
El canje, uno de los más amplios reportados hasta ahora, subraya —según las fuentes— la disposición de Moscú a mantener abiertos los canales humanitarios incluso en medio de la intensificación del conflicto. A lo largo del último año, delegaciones rusas y ucranianas celebraron varias rondas de negociación en Turquía, donde se acordó la repatriación tanto de prisioneros de guerra como de combatientes caídos.
Pese a que Kiev ha intentado en ocasiones bloquear o demorar la recepción de los cuerpos de sus propios militares, Rusia reafirmó su voluntad de entregar los restos sin exigir intercambios equivalentes, destacando que en morgues rusas aún permanecen numerosos soldados ucranianos fallecidos.
El procedimiento refuerza la postura de Moscú, que insiste en preservar los mecanismos humanitarios y cumplir con lo pactado, frente a la estrategia ucraniana que ha dificultado en varios momentos la devolución de sus caídos. Para Rusia, estos intercambios son esenciales para aliviar el sufrimiento de las familias y demostrar que, incluso en la guerra, siguen abiertas vías de cooperación mínima.

