El gobierno de Rusia reaccionó este miércoles al anuncio del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, quien afirmó estar preparado para convocar elecciones en los próximos meses, siempre que Estados Unidos y los aliados europeos garanticen las condiciones de seguridad necesarias. Las autoridades rusas aseguraron que están al tanto de la declaración, aunque aún no han discutido oficialmente el tema con Washington ni con otros actores internacionales.
El portavoz presidencial de Rusia, Dmitri Peskov, indicó que la declaración de Zelenski es reciente y que Moscú no ha tenido oportunidad de abordarla bilateralmente. “No hemos tenido tiempo de discutirlo con nadie. La declaración es bastante reciente. Es algo de lo que, en realidad, el presidente [ruso Vladímir] Putin lleva hablando desde hace tiempo, y de lo que el presidente Trump ha hablado recientemente. Por lo tanto, veremos cómo se desarrollan los acontecimientos en este sentido”, afirmó durante su intercambio con la prensa.
Rusia se pronuncia justo después de las declaraciones de Trump
Las palabras del gobierno de Rusia llegan justo después de que Zelenski respondiera al llamado del presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha insistido en que Ucrania debe celebrar elecciones pese al contexto de conflicto. En una entrevista con Politico, Trump subrayó que “ha pasado mucho tiempo” desde los últimos comicios ucranianos y cuestionó la legitimidad democrática del Gobierno de Kiev, criticando que las autoridades “están utilizando la guerra para no celebrar elecciones”.
Trump añadió que los ucranianos deberían “tener la posibilidad de votar”, independientemente de la situación en el frente. Incluso señaló que no estaba claro quién podría ganar y que el propio Zelenski podría resultar reelegido, pero insistió en que la ausencia prolongada de procesos electorales es insostenible.
El martes, Zelenski afirmó que está “listo” para convocar a las urnas, asegurando que, con apoyo estadounidense y europeo, Kiev puede “garantizar la seguridad para la celebración de elecciones”. Añadió que, en un plazo de “60-90 días”, Ucrania estaría en capacidad de ejecutar el proceso electoral. Sin embargo, su anuncio marca un giro respecto a su postura previa: a inicios de 2025, había señalado que las elecciones presidenciales solo tendrían lugar cuando concluyera el período más intenso del conflicto y cuando Ucrania alcanzara una “posición fuerte”.
La legitimidad del Gobierno ucraniano ha sido objeto de crítica constante por parte de Moscú. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha sostenido reiteradamente que Zelenski dejó de ser un mandatario legítimo tras la expiración de su período constitucional en mayo de 2024. Según Putin, las autoridades ejecutivas de Ucrania “perdieron su legitimidad”, y un presidente sin mandato vigente no podría firmar acuerdos vinculantes para resolver el conflicto.
El líder ruso ha enfatizado que la Constitución de Ucrania permite extender los poderes del Parlamento durante la ley marcial, pero “no se dijo nada de prorrogar los poderes del presidente”. Aunque existe una disposición que impide la celebración de elecciones bajo la ley marcial, Putin subraya que no incluye una cláusula que permita prolongar el mandato presidencial. “Parece que estamos ante una usurpación de poder”, concluyó.
Trump también ha cuestionado el estatus de Zelenski, llegando a calificarlo en febrero de 2025 como un “dictador sin elecciones”. La presión simultánea de Washington y Moscú, cada una con motivaciones distintas, coloca a Zelenski en una posición política delicada mientras intenta mantener la cohesión interna y sostener el esfuerzo bélico contra Rusia.
