Estados Unidos vive su primer cierre federal en casi siete años que amenaza con paralizar algunos de los servicios del gobierno estadounidense, así como alterar la vida de millones de sus ciudadanos.
El shutdwon estadounidense, implica la suspensión temporal de aproximadamente 750.000 empleados federales, mientras que hasta 4 millones podrían ver interrumpido el pago de sus salarios, incluidos 2 millones de militares.
Las consecuencias ya empiezan a ser latentes: parques nacionales cerrados, vuelos retrasados, suspensión de proyectos científicos y el riesgo de que datos económicos cruciales no se publiquen. Aunque se espera que la patrulla fronteriza, la atención médica hospitalaria, las fuerzas del orden y el control del tráfico aéreo continúen operando durante este paro.
Todo esto ocurre en un momento de elevada incertidumbre financiera, con una deuda federal que ya alcanza los 37,5 billones de dólares.
Los ciudadanos son los más afectados
De acuerdo a expertos consultados por BBC News, durante el cierre, por lo general los trabajadores esenciales continúan laborando con normalidad, algunos sin sueldo, mientras que los trabajadores considerados no esenciales reciben una licencia temporal sin sueldo.
«Se espera que servicios como el programa de asistencia alimentaria, la educación preescolar financiada con fondos federales, la emisión de préstamos estudiantiles, las inspecciones de alimentos y las operaciones en los parques nacionales se vean restringidos o cerrados», recogió la BBC.
Esta disputa por el gasto podría afectar aún más a la clase obrera ya que la administración estadounidense del mandatario Donald Trump ha dedicado los últimos meses a hacer recortes drásticos al tamaño del gobierno nacional.
Demócratas vs republicanos
Los republicanos controlan ambas cámaras del Congreso, pero en el Senado se requieren 60 votos para aprobar este proyecto de ley de financiamiento.
El vicepresidente J.D. Vance responsabilizó directamente a los demócratas diciendo que quieren imponer su agenda y «no están dispuestos a hacer lo correcto por el país».
Por su parte, el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, reconoció que existen «grandes diferencias” entre ambos partidos en materia de salud pública.
Los demócratas también buscan un acuerdo para renovar los subsidios gubernamentales al seguro médico para personas de bajos ingresos, que vencen a finales de año, una exigencia que los republicanos se muestran reacios a aceptar.
También se oponen a los recortes de gastos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).
Millonarios gastos en el Caribe
Mientras el gobierno trumpista continúa implementando programas de recorte que afectan principalmente a la clase trabajadora estadounidense, continúa desconociendo la soberanía de Venezuela y utilizando millonarias sumas en lograr un cambio de régimen en este país.
Diversos medios reportaron recientemente que el costo del despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe supera los $10 millones diarios, aunque se estima que esta cifra podría ser aún mayor.
Recientes informes de finales de septiembre, ubican los costos operacionales y de logística a unos 60 millones de dólares diarios. Información disponible sugieren que el costo operacional de este despligue está incluido dentro de un presupuesto general de defensa de Washington que supera facilmente los $800 millones.