La HNLMS Van Amstel (F831), fragata multifunción de la Marina Real de los Países Bajos, llegó este viernes a Curazao para iniciar una misión de cuatro meses en el Caribe neerlandés. El arribo ocurre en plena escalada de operaciones navales de Estados Unidos cerca de la costa de Venezuela, bajo el pretexto de operaciones antinarcóticos.
El buque, anclado en el puerto de Sint Annabaai, cuenta con sistemas avanzados de guerra electrónica, misiles antibuque, capacidad antisubmarina, defensa aérea, cañones y un helicóptero NH-90.
Se trata de una nave de combate de alta versatilidad, diseñada para apoyar operaciones de superficie, defensa de flotas y patrullaje marítimo.
“Es un barco multifuncional muy bien armado, con poder para servir como buque de combate de superficie, apoyo de artillería y guerra antisubmarina”, explicó el activista y exmilitar Marlon Regales, entrevistado por Viori.
«No están aquí por drogas»: exmilitar sobre la fragata en Curazao
Regales advirtió que la presencia de la fragata “no es algo normal” y que responde a un patrón de reagrupamiento militar en momentos de tensión. “Por supuesto, no están aquí por las drogas. Nadie cree ese cuento. Están aquí para aplicar presión”, afirmó, recordando que Curazao es un territorio bajo control neerlandés y que “no todos en la isla están de acuerdo en que se use nuestro territorio para amenazar a los vecinos”.
El ministro de Defensa neerlandés, Ruben Brekelmans, señaló que podrían enviarse más capacidades desde Europa si la situación lo requiere, aunque Países Bajos asegura no participar directamente en el despliegue liderado por Washington.