Canadá, Reino Unido y Estados Unidos arremetieron contra las elecciones regionales y legislativas que sostuvo Venezuela el 25 de mayo. ¿Qué intereses tienen de por medio?
Horas después de los comicios venezolanos, la Secretaria de Estado para el Desarrollo Internacional, América Latina y Caribe en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Commonwealth y Desarrollo de Reino Unido, Jenny Chapman, publicó en redes sociales: «El Reino Unido está trabajando con sus socios para lograr una solución pacífica en Venezuela, respetando la voluntad de todos los venezolanos. Estamos profundamente preocupados por los informes de represión y detenciones arbitrarias, y reafirmamos nuestro apoyo a la integridad territorial de Guyana, reconocida internacionalmente.»
El Jefe de la Misión de la República Bolivariana de Venezuela en el Reino Unido y Representante Permanente ante la Organización marítima Internacional, Félix Plasencia respondió a esta intromisión en los asuntos internos de Venezuela: «Venezuela rechaza las declaraciones de la Sra. Chapman, que distorsiona la verdad en un intento de reavivar una agenda intervencionista. El Reino Unido tiene una responsabilidad histórica en la controversia del Essequibo y, junto con Guyana, tiene la obligación legal de respetar el Acuerdo de Ginebra.»
Reino Unido mantiene sobre Guyana una correlación de dependencia, dado su pasado colonial. Es preciso recordar que el explorador Robert Schomburgk fue quien, al servicio de Reino Unido en 1895, estableció la línea de facto que en 1899 sirvió para expoliar el territorio de la Guayana Esequiba a Venezuela a conveniencia, dado que la Guyana Británica se consideraba parte de su territorio. A pesar de ser firmante del Acuerdo de Ginebra en 1966, un acto que oficia el sobreseimiento del fraudulento y amañado Laudo Arbitral, Reino Unido sigue demeritando los esfuerzos de Venezuela sobre un territorio en el que le asisten derechos históricos irrevocables.
Los amigos por conveniencia de Guyana
La embajadora de Estados Unidos en Guyana, Nicole Theriot, emitió estas amenazas en marzo, cuando Guyana acusaba a Venezuela de una supuesta incursión y recientemente, en la semana anterior a las elecciones del 25 de mayo. También el secretario de estado Marco Rubio en visita oficial a Guyana, amenazó con emplear fuerza militar directa contra Venezuela en su supuesta defensa de los derechos de Guyana.
En un post en X el propio 25 de mayo, Michael Kozak, el Secretario de Estado Adjunto para la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental dijo: «Estados Unidos rechaza todos los intentos de Nicolás Maduro y su régimen ilegítimo de socavar la integridad territorial de Guyana, incluida esta última farsa electoral en la región de Essequibo».
Por su parte, el alto Comisionado de Canadá en Guyana, Embajador de Canadá en Surinam y Representante Plenipotenciario ante la CARICOM, Sebastien Sigouin, emitió un comunicado afirmando lo siguiente: “La Corte Internacional de Justicia se ocupa de la polémica fronteriza entre Guyana y Venezuela. Canadá reitera su apoyo a la soberanía de Guyana e insta a Venezuela a respetar las disposiciones de la CIJ 1 de mayo de 2025. Esto significa que Venezuela debe abstenerse mañana de celebrar elecciones de Gobernador de la Región de Esequibo.”
Canadá se suma a otros «socios» de Guyana que apelan a la mediación de la Corte Internacional de Justicia, especialmente a sus advertencias contra Venezuela de que debía abstenerse realizar las elecciones del 25 de mayo.
Históricamente, ni Guyana ni Venezuela reconocen la jurisdicción de la CIJ, no obstante, Guyana se dirigió unilateralmente ante el organismo en 2018 para la supuesta solución a la disputa territorial que mantiene con Venezuela sobre la región de la Guayana Esequiba. Esta acción contraviene lo firmado por ambas naciones y Reino Unido en 1966, cuando establecieron mecanismos pacíficos para la resolución de la disputa en evidente sobreseimiento del laudo Arbitral de 1899 en el que a Venezuela le fue expoliada dicha franja continental y su balcón atlántico.
Luego de su referéndum consultivo sobre la defensa de la Guayana Esequiba, la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó la Ley Orgánica sobre la Guayana Esequiba, por lo que era pertinente el establecimiento de estructuras legales, político administrativas en dicho territorio. Esta premisa se concretó con los comicios del 25 de mayo, de los que resultó gobernador el candidato del Gran Polo Patriótico Neil Villamizar.
Apoyo de bolsillos llenos
Estados Unidos mantiene en Guyana intereses muy claros, que dependen de la posesión no legal de Guyana sobre el territorio de la Guyana Esequiba. Desde 2016, la corporación petrolera ExxonMobil mantiene un acuerdo de reparto de la producción con el Gobierno de Guyana, en torno al crudo que explota en el Bloque Stabroek, ubicado en las aguas por delimitar entre Guyana y Venezuela. Según este acuerdo, Guyana recibe el 14,5% de las ganancias mientras ExxonMobil disfruta del resto.
El respaldo de Reino Unido viene también con un precio. De acuerdo al Departamento de Comercio y negocios de Reino Unido, en el 2024 el crudo de petróleo cubrió el 98% de las exportaciones de Guyana a esa nación, por un valor de 1.930 millones de dólares. Por otra parte, un total del 66% del petróleo de Guyana se envió a Europa en 2024, frente al 62% en 2023. Esta preferencia en los mercados está sustentada también en la calidad del petróleo que se extrae del Bloque Stabroek, ubicado en el área marítima por delimitar con Venezuela.
Lo mismo sucede con Canadá. Aunque la controversia ha ganado notoriedad mediática dado el boom petrolero del que se jacta Guyana, los recursos en la franja continental también son explotados ilegalmente por actores externos bajo la anuencia de Guyana. Este es el caso de la minería de oro y tierras raras.
Cinco empresas mineras canadienses controlan colectivamente unos 15.5 millones de onzas de oro en diversas fases de desarrollo. Estos proyectos, en fase de exploración, estudios de viabilidad y obtención de permisos, se ubican en las zonas administrativas 1, 7, 8 y 9, todas bajo la región que Venezuela constituyó en estado, la Guayana Esequiba.
Omai Gold Mines Corp. posee la plena propiedad del histórico proyecto aurífero de Omai, situado en el interior de Guyana. La mina, que fue una prolífica productora de oro entre 1993 y 2005, produjo 3,8 millones de onzas de oro. En febrero de 2024, Omai anunció una Estimación de Recursos Minerales (ERM) actualizada de 2,0 millones de onzas de oro indicadas y 2,3 millones de onzas inferidas.
Por su parte, Aris Mining avanza en su proyecto Toroparu, es un importante desarrollo aurífero con potencial tanto a cielo abierto como subterráneo con un potencial de 5,4 millones de onzas de oro, en la región Cuyuni-Mazuri, próxima a la línea de facto. También en esta situación cuenta el proyecto Oko West, actualmente en exploración y se espera que produzca 350.000 onzas de oro anuales tanto a cielo abierto como mediante minería subterránea durante 12 años.
El proyecto canadiense Eagle Mountain perteneciente a Mako Mining se ubica en el distrito de Mahdia. Según reportes de exploración, cuenta con casi 1,2 millones de onzas de oro. También G2 Goldfields Inc. anunció recientemente un aumento significativo en los recursos de oro en su emblemático Proyecto Oko en Guyana desde su último MRE fechado el 3 de abril de 2024.
Canadá se parcializa entonces con su interés, al igual que Reino Unido y la Unión Europea, principales receptores del petróleo que Guyana extrae de las aguas por delimitar.
