La Corporación de Salud del estado Táchira, Venezuela, inicia la vigilancia epidemiológica para la detección oportuna de casos de fiebre amarilla para hacer el cerco correspondiente, con el fin de evitar la proliferación de la enfermedad en la entidad.
Así lo informó Reggie Barrera, jefe de Epidemiología de la Corporación de Salud, quien destacó que en los próximos días se comenzará a vacunar a los adultos mayores de 60 años solo en los municipios García de Hevia, Ayacucho, Bolívar, Pedro María Ureña y Rafael Urdaneta, que comparten frontera con el Departamento Norte de Santander en Colombia, donde serán distribuidas 14.600 vacunas.
Destacó Barrera que «la idea es proteger a toda la colectividad de la fiebre amarilla como una enfermedad que puede enfrentar el país porque estamos rodeados de esta enfermedad en los países con los que compartimos frontera”.
Además, se coordina la instalación de puntos de control en los pasos fronterizos para exigir la tarjeta de vacunación a quienes ingresen o salgan del país. La medida no aplicará para personas inmunosuprimidas o con enfermedades inmunológicas debidamente certificadas por un informe médico, ya que la vacuna, aunque segura, tiene contraindicaciones específicas para estos grupos.
Se conoció que el operativo responde a lineamientos del presidente Nicolás Maduro, la ministra de Salud Magaly Gutiérrez y el gobernador Freddy Bernal, dentro de las acciones para reforzar la protección epidemiológica en las zonas de frontera del Táchira.
Según la Organización Panamericana de la Salud, el aumento de casos humanos de fiebre amarilla observados en las Américas en 2025 se relaciona a la reactivación periódica del ciclo de transmisión selvático en la cuenca del Amazonas, que es un fenómeno esperado.
Los casos de fiebre amarilla notificados durante 2024-2025 han surgido en zonas consideradas de riesgo, pero sin reportes de casos, incluso durante varias décadas.
El brote de fiebre amarilla de este año 2025 afecta a la cuenca amazónica en general. Se han notificado numerosos casos en bosques latifoliados húmedos tropicales y subtropicales de tierras bajas de Perú, el este de Ecuador, el sureste de Colombia y la Amazonia brasileña.