Tailandia anunció este lunes la suspensión temporal de la declaración de paz con Camboya, luego de que dos militares tailandeses murieran al detonar una mina antipersona en la frontera entre ambos países.
El primer ministro de Tailandia, Anutin Charnvirakul, explicó que el acuerdo bilateral —firmado para mantener la cooperación y reducir tensiones fronterizas— quedará “en pausa hasta que se aclaren todos los detalles del incidente”.

“Lo ocurrido muestra que la hostilidad hacia la seguridad de nuestro país no ha disminuido”,
declaró Charnvirakul durante una rueda de prensa en Bangkok.
El hecho, ocurrido en una zona rural de la provincia de Sa Kaeo, cerca de la frontera camboyana, ha despertado preocupación por el resurgimiento de tensiones históricas entre ambos países, que han tenido enfrentamientos intermitentes por disputas territoriales desde hace décadas, especialmente en torno al templo de Preah Vihear.
Tailandia también suspende la liberación de prisioneros
El portavoz del Gobierno tailandés, Siripong Angkasakulkiat, informó que “la liberación planificada para el 12 de noviembre de prisioneros de guerra camboyanos también será suspendida”, medida que refleja un endurecimiento inmediato de la postura diplomática.

Fuentes del Ministerio de Defensa tailandés señalaron que una comisión conjunta había estado revisando los mapas de zonas minadas tras el conflicto fronterizo de 2011, pero no se esperaba actividad militar reciente en la zona.
Aunque Camboya no ha emitido aún una respuesta oficial, analistas en la región temen que el incidente reactive viejas rivalidades militares y frene los avances en cooperación económica y seguridad logrados durante el último año.
La suspensión de la declaración de paz ocurre en un momento delicado para el Sudeste Asiático, donde la inestabilidad fronteriza y la competencia por recursos naturales siguen siendo factores de fricción.

