El campus de la Universidad Estatal de Florida en Tallahassee vivió momentos de terror, cuando un tiroteo dejó al menos dos personas muertas y seis heridas. El presunto atacante, un estudiante universitario, fue herido por la Policía y permanece hospitalizado en estado grave.
El hecho ocurrió cerca del sindicato de estudiantes, donde se desató el caos. En cuestión de minutos, la universidad emitió una alerta pidiendo a los estudiantes refugiarse. Imágenes difundidas en redes sociales muestran a alumnos atrincherados dentro de las aulas mientras los agentes de seguridad los evacuaban.
Un video especialmente impactante muestra a una víctima tendida en el suelo, aparentemente con una herida sangrante, mientras otras personas gritan pidiendo ayuda.
Según confirmó la Policía en una rueda de prensa, el sospechoso es hijo de un ayudante del sheriff local y fue detenido tras recibir un disparo. De acuerdo con ABC News, su estado es crítico y está bajo custodia en un hospital. Las autoridades aclararon que ninguna de las víctimas mortales formaba parte de la comunidad universitaria.
Ikner, de 20 años y estudiante de FSU, es hijo de la diputada Jessica Ikner del Departamento del Sheriff del Condado de Leon. Las autoridades creen que utilizó una de las armas de su madre, una antigua arma de servicio, para llevar a cabo el ataque.
«En este momento, aún se están revelando los detalles y no tenemos información específica para compartir. Sin embargo, queremos asegurar a la comunidad que nuestros equipos están completamente movilizados y preparados para brindar la mejor atención y apoyo a todos los afectados», señaló el Tallahassee Memorial HealthCare en un comunicado.
Excompañeros lo señalan por comportamiento inquietante en actividades estudiantiles
Reid Seybold, estudiante de la Universidad Estatal de Florida, contó a CNN que conocía personalmente a Phoenix Ikner, ya que ambos formaban parte de un club político extracurricular años atrás. Según Seybold, el comportamiento de Ikner generaba incomodidad entre los integrantes del grupo, lo que finalmente llevó a su exclusión.
“Había incomodado a tanta gente que algunos habían dejado de asistir. Fue entonces cuando llegamos a un punto crítico con Phoenix y le pedimos que se fuera”, declaró Seybold.
Este tiroteo se suma a una serie de hechos violentos recientes en instituciones educativas estadounidenses. Apenas dos días antes, el 15 de abril, otro tiroteo tuvo lugar en la Wilmer Hutchins High School de Dallas, Texas, dejando cuatro heridos. En ese caso, el sospechoso logró escapar por una salida trasera tras disparar dentro de la biblioteca del centro.
Organizaciones como Everytown for Gun Safety, que monitorea la violencia armada en centros educativos, han reportado un aumento en estos episodios. Según su base de datos, se han registrado más de 70 tiroteos en escuelas y universidades estadounidenses en lo que va de 2025, una cifra alarmante que reabre el debate sobre el acceso a armas de fuego.
Las autoridades locales, junto con el FBI y cuerpos de emergencia, continúan investigando el motivo detrás del ataque en Florida. Se espera una conferencia de prensa adicional en las próximas horas.
