Trinidad y Tobago realiza ejercicios militares con Estados Unidos en su territorio nacional, a pesar de la tensión regional por las acciones estadounidenses contra Venezuela.
“La Fuerza de Defensa de Trinidad y Tobago (TTDF) y la 22.ª Unidad Expedicionaria de Marines (MEU) del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, desplegada en el Comando Sur de los Estados Unidos (USSOUTHCOM), participarán en ejercicios de entrenamiento conjuntos del 16 al 21 de noviembre de 2025” afirma un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores y Caricom de Trinidad y Tobago.
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Según esta información, el objetivo principal del próximo ejercicio es la colaboración entre ejércitos, lo que permitirá al personal de ambos países familiarizarse con el equipo, las tácticas y las técnicas del otro.
“El ejercicio supondrá un reto para los participantes, a quienes ofrecerá la oportunidad de ampliar sus conocimientos y desarrollar su profesionalidad. El entrenamiento se llevará a cabo en Trinidad y Tobago, tanto en entornos urbanos como rurales, y las operaciones están programadas para realizarse al atardecer y después del anochecer. Varios de estos ejercicios contarán con la participación de helicópteros de la 22.ª MEU” afirma el texto.
Trinidad y Tobago: Estados Unidos: ¿Contra quién?
Desde agosto, Estados Unidos mantiene desplegado el Grupo Anfibio Listo en aguas del Caribe inmediatas a Venezuela, bajo el pretexto de combatir el narcotráfico en la región. Varias voces políticas y gobiernos de la región apuntan a que Estados Unidos persigue un cambio de régimen en la República Bolivariana.
En octubre se sumó el Grupo de Tarea Conjunta del Comando Sur, mientras en noviembre se desplegó a aguas de la supuesta “área responsabilidad” del Comando Sur el grupo de ataque Gerald Ford, que incluye en porta aviones homónimo.
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Estados Unidos ha ejecutado, desde el 2 de septiembre, más de 18 ataques cinéticos contra embarcaciones pequeñas en el Caribe, bajo el pretexto de que estas portaban droga en ruta hacia sus costas.
Hasta el momento, Washington no ha aportado evidencias que respalden tales acusaciones. Por otra parte, este tipo de ataques emulan ejecuciones extrajudiciales en tanto violan los derechos humanos, según Naciones Unidas y los tratados internacionales de detención en alta mar, así como el tratado ShipRaid firmado en 1999 entre Estados Unidos y naciones caribeñas.
También, según una reciente investigación de The New York Times, Estados Unidos ha realizado sobrevuelos con drones MQ9-A Reapers, que llegaron hasta 10 millas náuticas de territorio venezolano.
Además en este periodo, Trinidad dio puerto al buque USS Gravely, del 26 al 30 de octubre. Caracas denunció esta provocación y advirtió a Puerto España sobre la posible fabulación de un casus belli.
Trinidad, sin embargo, continúa distanciándose de su tradicional relación de cordialidad con Venezuela y el resto del Caribe. En octubre, ante una escalada de las injerencias estadounidenses en aguas regionales, Caricom emitió un comunicado demandando que las acciones antinarcóticos se realizaran bajo el marco de la legalidad y el derecho internacional. Trinidad y Tobago fue el único miembro que se abstuvo de firmarlo.

La primera ministra Kamla Persad Bissessar, desde su toma de posesión, ha sido hostil hacia Venezuela. En junio anunció que usaría fuerza letal contra embarcaciones provenientes de Venezuela, luego de que el ministro del interior, Diosdado Cabello, denunciara la presencia de un nacional trinitobaguense en una banda criminal desarticulada en la nación.
Por demás, desde el inicio del asedio, la mandataria ha ofrecido su territorio nacional como base militar en el supuesto de una invasión a Venezuela.
Trinidad y Tobago justifica los ataques
“Estos ejercicios intensificados forman parte de la estrategia coordinada del Gobierno de Trinidad y Tobago para garantizar que el personal de defensa esté óptimamente entrenado y equipado para abordar estos problemas en el ámbito nacional, que han tenido un impacto tremendo en la sociedad”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores de Trinidad y Tobago, Sean Sobers.
Sobre si los ataques estadounidenses contra embarcaciones narcotraficantes constituyen ejecuciones extrajudiciales, Sobers intentó justificarlas, aludiendo a que las operaciones se llevan a cabo en aguas internacionales y afirmó que aunque se pierden vidas, las acciones se toman basándose en información de inteligencia estadounidense «muy sólida».
El ministro, además, justificó la presencia militar estadounidense en aguas del Caribe, bajo la excusa de que su país se encuentra bajo amenazas internas y externas contra las que no tiene suficiente poder combativo.
“Cuando se yuxtaponen esas estadísticas con otros países en la región caribeña, que a veces registran cuatro asesinatos al mes y 40 y algo asesinatos al año, y ellos viven una ola de crimen, se puede entender por qué estamos en una categoría totalmente diferente (…) necesitamos hacer de Trinidad y Tobago una Zona de la Paz. Y una de las formas en que intentamos hacerlo es aceptar la asistencia de la intervención militar en la región que ha generado ganancias y éxitos tangibles contra el crimen y la criminalidad” dijo.

Otra estrategia de justificación es la supuesta subida de precios de estupefacientes en la nación y el descenso en la actividad de piratería en las aguas circundantes. En ninguno de los dos casos Trinidad y Tobago atiende al mal de raíz, sino que culpa a Venezuela para apoyar la presencia militar estadounidense en la región.

