El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado una nueva amenaza contra Irán, advirtiendo que cualquier intento de reconstruir su programa nuclear será respondido con nuevos ataques militares.
«Hemos detenido guerras en Oriente Medio al impedir que Irán obtenga un arma nuclear», declaró Trump este miércoles desde la Casa Blanca. Ante los periodistas, fue tajante: «Pueden decir que van a empezar de nuevo, pero eso es algo muy peligroso para ellos. Porque tan pronto como comiencen, nosotros volveremos. Y creo que lo entienden».
La amenaza se produce tras el bombardeo estadounidense del 22 de junio contra instalaciones nucleares clave en Irán, entre ellas las de Fordo, Natanz e Isfahán, empleando bombas antibúnker. En represalia, Teherán atacó la base aérea estadounidense de Al Udeid, ubicada en Catar.

Trump ya había asegurado anteriormente que a Irán le «llevaría años» reconstruir las instalaciones atacadas. Este miércoles fue más allá y sugirió que el régimen iraní ni siquiera debería intentarlo: «Sería mucho mejor que empezara de nuevo, en tres lugares diferentes, antes de que esos emplazamientos fueran aniquilados».
Además, el mandatario estadounidense esbozó una visión de cambio para el país persa, cargada de juicios de valor: «Irán fue el perpetrador del odio, un lugar muy malvado. Y creo que será muy diferente en los próximos años».
Mientras tanto, Irán ha prometido que cualquier nueva agresión de EE.UU. o Israel será respondida de una forma «imposible de ocultar», aumentando así la tensión en una región marcada por décadas de conflictos e intervenciones.
Con estas declaraciones, Trump intensifica su retórica de presión máxima sobre Irán, en un contexto de creciente incertidumbre sobre el futuro del equilibrio nuclear en Oriente Medio.