Donald Trump, lanzó este miércoles una nueva advertencia contra su homólogo colombiano, Gustavo Petro, al afirmar que el mandatario “será el siguiente” en enfrentar acciones directas de Washington si no “entra en razón”. El comentario se produjo durante una rueda redonda en la Casa Blanca, donde Trump aseguró que Petro ha sido “bastante hostil” hacia EE.UU.
“Espero que me escuche. Él será el siguiente”, dijo el presidente estadounidense ante la pregunta de un periodista sobre si había considerado entablar comunicación con Petro, luego de sostener conversaciones previas con la mandataria mexicana Claudia Sheinbaum y el presidente venezolano Nicolás Maduro. Trump agregó que el líder colombiano “va a tener grandes problemas si no entra en razón”.
El mandatario estadounidense insistió además en su acusación de que “Colombia está produciendo muchas drogas y las venden directamente en EE.UU.”, retomando una narrativa que ha marcado la tensión bilateral en los últimos meses.
Un enfrentamiento prolongado
Los choques entre ambos presidentes se han intensificado desde mediados de año. Petro ha condenado con firmeza las operaciones militares estadounidenses en el Caribe y el Pacífico, calificándolas como “ejecuciones extrajudiciales” disfrazadas de lucha antidrogas. Los bombardeos de embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico, que han dejado más de 80 muertos, han sido objeto de críticas internacionales por la falta de pruebas sobre la participación de los fallecidos en actividades ilegales.
En medio de esta escalada, Washington incluyó en octubre a Petro en la lista de sancionados de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), argumentando que bajo su administración “se ha disparado a la tasa más alta en décadas la producción de cocaína”.
A comienzos de diciembre, Trump volvió a atacar a Colombia al afirmar que “cualquiera que fabrique drogas y las venda en nuestro país está expuesto a ataques”, sugiriendo que Bogotá podría convertirse en objetivo militar. Petro respondió invitando a Trump a ver personalmente la destrucción de laboratorios en Colombia, donde —según dijo— se eliminan “al menos nueve al día” para impedir el tráfico hacia territorio estadounidense.
“Atacar nuestra soberanía es declarar guerra —advirtió Petro en su momento—, no dañe dos siglos de relaciones diplomáticas”.
El marco de la ofensiva de Trump
Desde agosto, EE.UU. ha desplegado una importante fuerza militar frente a las costas de Venezuela bajo la denominada operación Lanza del Sur, cuyo objetivo oficial es “proteger” a EE.UU. de las drogas. Este dispositivo ha incluido bombardeos a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, generando denuncias por presuntas violaciones al derecho internacional.
Washington sostiene además acusaciones —sin pruebas, según expertos y múltiples gobiernos— contra el presidente Nicolás Maduro, al que acusa de liderar un cártel de narcotráfico. La ONU y la DEA, sin embargo, indican que más del 80 % de las drogas que llegan a EE.UU. lo hacen por la ruta del Pacífico, y no a través de Venezuela.
Las acciones de EE.UU. han sido condenadas por Rusia, México, Brasil, la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y el propio Gobierno colombiano. Analistas califican las operaciones como “ejecuciones sumarias” e incluso como un intento de “cambio de régimen” en la región.
