Donald Trump y su «Golden Dome» desata controversia internacional por su costo, su viabilidad y una oferta que sacude la diplomacia norteamericana.
El presidente Donald Trump propuso a Canadá unirse a su programa de defensa antimisiles “Golden Dome”, pero bajo condición: o pagas 61 mil millones de dólares, o te unes como el estado número 51 de los Estados Unidos.
«Si quieren el Golden Dome, que lo paguen como una nación soberana, o que se conviertan en parte de la familia estadounidense y lo obtengan gratis», declaró Trump durante un mitin en Pensilvania a finales de mayo.
Esta afirmación encendió alarmas en Ottawa, donde el primer ministro canadiense Mark Carney respondió sin rodeos: “Canadá no está en venta”.
El plan Golden Dome pretende ser una red satelital global de defensa antimisiles basada en sensores espaciales e interceptores de alta tecnología, similar al Iron Dome israelí pero con ambiciones mucho mayores.
La iniciativa ha generado tanto expectativa como escepticismo debido a su costo descomunal y a sus implicaciones geopolíticas.
La Oficina de Presupuesto del Congreso de EE.UU. estimó que el costo real del sistema podría ascender a 542 mil millones de dólares en las próximas dos décadas. Sin embargo, algunos senadores republicanos han advertido que la cifra “podría alcanzar billones”.
Elon Musk, cuya empresa SpaceX participa en la fase inicial del programa, ha sido una figura clave en la construcción del sistema, alimentando sospechas sobre conflictos de interés debido a sus recientes donaciones a la campaña de Trump.
Costos estimados
- Estimación inicial de la Casa Blanca: $175 mil millones.
- Estimación de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO): Hasta $542 mil millones en 20 años .
- Proyección de algunos senadores republicanos: Podría alcanzar «billones de dólares»
Seguridad a cambio de anexión
En respuesta a la oferta estadounidense, el embajador de Canadá ante la ONU, Bob Rae, comparó la propuesta con un acto de extorsión.
“¿Nos están pidiendo que renunciemos a nuestra soberanía para tener protección? Eso no es diplomacia, eso es extorsión disfrazada de alianza estratégica”, dijo Rae.
En paralelo, el gobierno canadiense ha optado por fortalecer sus propias capacidades defensivas. Mark Carney anunció una inversión conjunta de 4.3 mil millones de dólares junto a Australia para desarrollar un sistema de radar ártico con el fin de vigilar el espacio aéreo del hemisferio norte.
“Tenemos aliados confiables, y no estamos dispuestos a comprometer nuestros principios por una cobertura tecnológica cuyo funcionamiento aún no ha sido probado”, afirmó Carney.
Trump bluffea sobre el Golden Dome
El Pentágono también moderó las expectativas sobre el Golden Dome. Pese a las afirmaciones públicas de Trump de que el sistema estaría activo antes de que finalice su nuevo mandato, fuentes militares han reconocido que la tecnología aún está en fase de desarrollo.
“La mejor estimación realista para una demostración completa bajo condiciones controladas es el año 2028”, reveló un oficial de defensa bajo condición de anonimato citado por The Guardian.
Las implicaciones internacionales del Golden Dome son igualmente delicadas. China y Rusia han criticado el proyecto, considerándolo una violación del tratado sobre la militarización del espacio. Mientras tanto, diplomáticos europeos temen que esta nueva arquitectura defensiva pueda desencadenar una carrera armamentista y desestabilizar el equilibrio global.
Canadá reafirma su soberanía ante Trump

La propuesta de anexión disfrazada ha encendido un debate profundo sobre la relación entre ambos países.
A pesar de compartir una extensa frontera y tener sólidos vínculos económicos y de seguridad, Canadá ha reiterado su deseo de mantener su independencia y reforzar sus capacidades propias sin depender de proyectos estadounidenses que comprometan su autonomía.
“Podemos cooperar en defensa y seguridad sin subordinarnos”, afirmó el ministro de Defensa canadiense Bill Blair. “Y lo haremos, como siempre, en nuestros propios términos”.