El 13 de octubre de 2025, en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, tuvo lugar una cumbre internacional de paz centrada en la Franja de Gaza, en la cual se firmó la denominada “Declaración de Trump para una Paz y Prosperidad Duraderas”. El acuerdo fue rubricado por los presidentes de Estados Unidos Donald Trump, Egipto (Abdulfatah al-Sisi), Turquía (Recep Tayyip Erdogan) y el emir de Catar (Tamim bin Hamad Al Thani). La Casa Blanca difundió el texto íntegro del documento, que busca poner fin a años de conflicto e impulsar un nuevo modelo de convivencia en la región.
Según el texto, los mandatarios “acogemos con satisfacción el compromiso verdaderamente histórico y la aplicación por todas las partes del Acuerdo de Paz de Trump, que pone fin a más de 2 años de profundo sufrimiento y pérdidas, y abre un nuevo capítulo para la región definido por la esperanza, la seguridad y una visión compartida de paz y prosperidad.”

En la declaración presentada por Trump, los firmantes subrayan que “la paz duradera será aquella en la que tanto palestinos como israelíes puedan prosperar con sus derechos humanos fundamentales protegidos, su seguridad garantizada y su dignidad respetada.” Además, manifiestan que “el progreso significativo surge a través de la cooperación y el diálogo sostenido, y que el fortalecimiento de los lazos entre las naciones y los pueblos sirve a los intereses duraderos de la paz y la estabilidad regional y mundial.”
El documento reafirma el compromiso de resolver futuras disputas por via diplomática y negociaciones, en lugar de recurrir a la fuerza: “nos comprometemos a resolver las disputas futuras mediante el compromiso diplomático … en lugar de recurrir a la fuerza o a conflictos prolongados.” También advierte que Oriente Medio no puede sostener “un ciclo persistente de guerras prolongadas, negociaciones estancadas o la aplicación fragmentaria, incompleta o selectiva de los términos negociados con éxito.”
Otro aspecto central del pacto consiste en el reconocimiento del valor histórico y espiritual de la región para las comunidades religiosas: “Reconocemos el profundo significado histórico y espiritual de esta región … El respeto por estas conexiones sagradas y la protección de sus sitios patrimoniales seguirán siendo primordiales en nuestro compromiso con la coexistencia pacífica.”

El texto de Trump incluye además una condena del extremismo: “Estamos unidos en nuestra determinación de desmantelar el extremismo y la radicalización en todas sus formas. Ninguna sociedad puede prosperar cuando la violencia y el racismo se normalizan … Nos comprometemos a abordar las condiciones que permiten el extremismo y a promover la educación, las oportunidades y el respeto mutuo como bases para una paz duradera.”
El texto de Trump reza íntegramente lo siguiente;

«Los abajo firmantes acogemos con satisfacción el compromiso verdaderamente histórico y la aplicación por todas las partes del Acuerdo de Paz de Trump, que pone fin a más de 2 años de profundo sufrimiento y pérdidas, y abre un nuevo capítulo para la región definido por la esperanza, la seguridad y una visión compartida de paz y prosperidad.
Apoyamos y respaldamos los sinceros esfuerzos del presidente Trump por poner fin a la guerra en Gaza y llevar una paz duradera a Oriente Medio. Juntos, implementaremos este acuerdo de manera que garantice la paz, la seguridad, la estabilidad y las oportunidades para todos los pueblos de la región, incluidos tanto palestinos como israelíes.
Entendemos que la paz duradera será aquella en la que tanto palestinos como israelíes puedan prosperar con sus derechos humanos fundamentales protegidos, su seguridad garantizada y su dignidad respetada.
Afirmamos que el progreso significativo surge a través de la cooperación y el diálogo sostenido, y que el fortalecimiento de los lazos entre las naciones y los pueblos sirve a los intereses duraderos de la paz y la estabilidad regional y mundial.
Reconocemos el profundo significado histórico y espiritual de esta región para las comunidades religiosas cuyas raíces están entrelazadas con la tierra de la región, entre ellas el cristianismo, el islam y el judaísmo. El respeto por estas conexiones sagradas y la protección de sus sitios patrimoniales seguirán siendo primordiales en nuestro compromiso con la coexistencia pacífica.
Estamos unidos en nuestra determinación de desmantelar el extremismo y la radicalización en todas sus formas. Ninguna sociedad puede prosperar cuando la violencia y el racismo se normalizan, o cuando las ideologías radicales amenazan el tejido de la vida civil. Nos comprometemos a abordar las condiciones que permiten el extremismo y a promover la educación, las oportunidades y el respeto mutuo como bases para una paz duradera.

Por la presente, nos comprometemos a resolver las disputas futuras mediante el compromiso diplomático y la negociación, en lugar de recurrir a la fuerza o a conflictos prolongados. Reconocemos que Oriente Medio no puede soportar un ciclo persistente de guerras prolongadas, negociaciones estancadas o la aplicación fragmentaria, incompleta o selectiva de los términos negociados con éxito. Las tragedias presenciadas en los últimos 2 años deben servir como un recordatorio urgente de que las generaciones futuras merecen algo mejor que los fracasos del pasado.
Buscamos la tolerancia, la dignidad y la igualdad de oportunidades para todas las personas, garantizando que esta región sea un lugar donde todos puedan perseguir sus aspiraciones en paz, seguridad y prosperidad económica, independientemente de su raza, religión o etnia.
Perseguimos una visión integral de paz, seguridad y prosperidad compartida en la región, basada en los principios del respeto mutuo y el destino común.
Con este espíritu, acogemos con satisfacción los avances logrados en el establecimiento de acuerdos de paz integrales y duraderos en la Franja de Gaza, así como la relación amistosa y mutuamente beneficiosa entre Israel y sus vecinos regionales. Nos comprometemos a trabajar colectivamente para implementar y mantener este legado, construyendo bases institucionales sobre las que las generaciones futuras puedan prosperar juntas en paz.
Nos comprometemos con un futuro de paz duradera«.

Según reportes internacionales, la firma del documento de Trump ocurre en un contexto en el que un alto el fuego entre Israel y Hamás entró en vigor el 10 de octubre, como parte de la primera fase del plan de paz propuesto por el mandatario estadounidense.
En los días siguientes los primeros rehenes israelíes fueron liberados, y en respuesta, Israel liberó prisioneros y detenidos palestinos.
Cabe destacar que ni el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ni representantes de Hamás asistieron a la ceremonia de firma.
A pesar de esto, la declaración que presentó Trump
busca servir como marco de referencia para la reconstrucción, la gobernanza y la seguridad en Gaza, con esperanzas de que su implementación marque el inicio de un nuevo capítulo de estabilidad en la región pero con una Gaza tutelada.