Durante la cumbre de la OTAN en La Haya, el presidente Donald Trump reaccionó con enojo contra medios y analistas que cuestionan la efectividad de los Ataques “devastadores” contra instalaciones nucleares iraníes.
Trump, retó al secretario de Defensa, Pete Hegseth, a defender públicamente la operación y afirmó que quienes dudan están debilitando la imagen del ejército estadounidense.
Trump calificó algunas publicaciones como “fake news” y expresó que tales críticas «menosprecian a los pilotos», a quienes describió como “devastados” por insinuar que el ataque no fue total.
El presidente estadounidense incluso los comparó con Hiroshima y Nagasaki, insistiendo en que el daño fue “muy severo” pese a que la inteligencia oficial lo calificó de “inconcluso”.
Mientras Trump y Hegseth minimizan los informes preliminares de la DIA, fuentes internas afirman que esos ataques solo retrasaron el programa nuclear iraní por unos meses, no lo “obliteraron”, en franca contradicción con las afirmaciones oficiales.

FBI investiga informe filtrado que desacredita supuesto «éxito» de EE.UU. en Irán
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció que el FBI participa en una investigación por la filtración de un informe clasificado que contradice la versión oficial sobre los bombardeos a instalaciones nucleares iraníes.
El documento, elaborado por la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), señala que el impacto fue limitado y que el programa nuclear de Irán solo habría sido retrasado por algunos meses, no destruido como afirmó inicialmente la Casa Blanca.
El informe clasificado, de carácter preliminar, deja entrever además la contradicción interna de la narrativa israelí. Mientras que el portavoz militar israelí afirmaba que aún quedaban objetivos pendientes en Irán, el primer ministro Netanyahu sostuvo tras el cese al fuego que “todos los objetivos se habían cumplido”.