El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este martes que puede detener la nueva escalada militar entre Camboya y Tailandia con tan solo una llamada telefónica, al tiempo que Bangkok desplegó una operación conjunta por mar, aire y tierra en la zona fronteriza en disputa. Las declaraciones del mandatario se produjeron durante un discurso en Pensilvania, donde reiteró su papel como mediador global desde que inició su mandato en enero de 2025.
“En 10 meses puse fin a ocho guerras, incluyendo las de Kosovo, Serbia, Pakistán e India. Se enfrentaban. Israel, Irán, Egipto y Etiopía. No sabías nada de Armenia y Azerbaiyán”, aseguró Trump.
Acto seguido, lamentó que “esta guerra, llamada de Camboya y Tailandia, empezó hoy”. Añadió que “mañana tendré que hacer una llamada telefónica”, en referencia a una intervención que, según él, sería capaz de detener las hostilidades.
Trump promete parar la guerra con una «Llamada»
“Voy a hacer una llamada telefónica para detener esta guerra entre dos países muy poderosos: Tailandia y Camboya. Están volviéndolo a hacer. Pero lo haré. Paz a través de la fuerza”, concluyó.
La tensión entre Bangkok y Nom Pen se reactivó el domingo pasado, cuando se reportaron nuevos ataques en distintos puntos de la frontera común. Desde entonces, los combates han dejado al menos 20 muertos y decenas de heridos en ambos lados, reavivando un conflicto que ya había sido objeto de una negociación de paz en julio con mediación de representantes de Estados Unidos y China. Aquel proceso culminó con un cese del fuego, logro que el propio Trump se ha atribuido en reiteradas ocasiones.
Mientras el presidente estadounidense prometía mediar nuevamente, Tailandia ejecutaba una amplia ofensiva militar bajo el operativo denominado Trat Prap Porapak (“Trat Suprime a los Enemigos”).
La Marina Real ordenó al buque HTMS Thepa patrullar las 24 horas en la zona marítima fronteriza entre Chanthaburi y Trat, activando todos los sistemas de armas y colocando a la tripulación en máxima alerta. El martes, este mismo buque proporcionó apoyo de fuego naval a las fuerzas terrestres tailandesas, atacando posiciones del lado camboyano.
El portavoz de la Marina Real, Parat Rattanachaipan, afirmó que el reconocimiento aéreo confirmó que unidades camboyanas habrían establecido una base dentro de territorio tailandés, reforzada con equipos de operaciones especiales, francotiradores y lanzacohetes múltiples. A raíz de esta escalada, Bangkok pidió a los pesqueros evitar la zona y reportar cualquier avistamiento de buques camboyanos.
Nom Pen, por su parte, acusó a Tailandia de lanzar ataques en las provincias fronterizas de Preah Vihear y Oddar Meanchey, e incluso de disparar contra áreas cercanas al templo de Ta Muen Thom y al templo de Preah Vihear, ubicado en un territorio en disputa.
Ambas naciones denuncian violaciones al alto el fuego y responsabilizan a la otra parte por el recrudecimiento de la violencia. En Washington, Trump insiste en que puede replicar su supuesto éxito previo y frenar una nueva guerra en el Sudeste Asiático “con una llamada”. Sin embargo, la dinámica en la frontera sugiere que la fuerza militar sigue, por ahora, marcando el rumbo.
