La administración de Donald Trump ha batido un récord histórico en recaudación arancelaria, alcanzando los 28.000 millones de dólares solo en julio, la cifra mensual más alta del año, según datos del Departamento del Tesoro citados por Fox Business. En total, desde el relanzamiento de su política comercial agresiva, EE.UU. ha recaudado 150.000 millones de dólares en aranceles.
A través de un mensaje en redes sociales, la Casa Blanca celebró el hito afirmando: “Bienvenidos a la Edad Dorada. Gracias al liderazgo del presidente, EE.UU. ha generado más de 150.000 millones de dólares en ingresos por aranceles en los últimos seis meses”.
Según los registros oficiales, la evolución de la recaudación ha sido creciente: en enero se recaudaron 7.900 millones, en abril 16.300 millones, y en junio se alcanzaron los 27.000 millones, cifra que fue inmediatamente superada en julio. Las proyecciones de la administración apuntan a superar los 300.000 millones antes de que termine el año.
¿Ilusión de Trump cuando se observa quien paga?.
Sin embargo, el informe también subraya un punto clave: los aranceles no son pagados por gobiernos extranjeros, sino por empresas estadounidenses, que los abonan al importar productos. De este modo, Fox Business advierte que el costo final podría trasladarse al consumidor en forma de aumento de precios.
Este logro económico ocurre en una semana crítica para la política comercial de Trump, quien acaba de anunciar un nuevo acuerdo con la Unión Europea —el principal socio comercial de EE.UU.— tras cerrar otro pacto bilateral con Japón. Estas medidas buscan presionar a los países que mantienen un superávit comercial con EE.UU., aunque han generado tensiones con Brasil y han encendido las alarmas en sectores productivos ligados al comercio internacional.
Trump ha reiterado que su objetivo es «hacer que los países extranjeros paguen por aprovecharse de EE.UU.», en línea con su discurso electoral centrado en el proteccionismo económico. La cifra récord alcanzada este mes podría reforzar su narrativa de éxito económico de cara a sus próximos desafíos diplomáticos y electorales.