En una nueva escalada comercial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de un arancel del 25 % sobre las exportaciones indias, acompañado de una «multa» adicional en represalia por el estrecho comercio entre Nueva Delhi y Moscú.
La medida marca un nuevo punto de tensión entre dos potencias que venían negociando un acuerdo bilateral desde hace meses.
Trump se pronunció en su plataforma Truth Social, dejando claro su desdén por la política comercial india:
“No me importa lo que haga India con Rusia. Pueden acabar con sus economías muertas juntas, por lo que a mí respecta”, escribió. El mandatario también criticó los elevados aranceles que India aplica a productos estadounidenses, calificándolos como “de los más altos del mundo”.
El mandatario norteamericano no se detuvo ahí: cuestionó también la compra masiva de equipo militar ruso por parte de la India, así como la cooperación energética entre ambos países. “Hemos hecho muy pocos negocios con India; sus aranceles son demasiado altos. Del mismo modo, Rusia y EE.UU. casi no hacen negocios entre sí”, añadió Trump.
En respuesta oficial, el Ministerio de Comercio e Industria de la India expresó que ha “tomado nota” del anuncio estadounidense, subrayando que ambas naciones han estado en conversaciones durante los últimos meses para alcanzar un acuerdo “justo, equilibrado y mutuamente beneficioso”.
La respuesta de India es firme frente a Trump.

A través de un comunicado, Nueva Delhi reafirmó su compromiso con la defensa de sus intereses estratégicos:
“El Gobierno tomará todas las medidas necesarias para garantizar sus intereses nacionales”, indicó el texto, que también destacó que la prioridad de la India es proteger el bienestar de sus agricultores y empresarios de micro, pequeñas y medianas empresas.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores indio recordó que el país no reconoce ni aplica sanciones unilaterales contra Moscú. El secretario de Asuntos Exteriores, Vikram Misri, fue enfático:
“Hemos sido claros en que, en lo que respecta a la seguridad energética, la máxima prioridad del Gobierno de la India es garantizar la seguridad energética para el pueblo indio, y haremos lo que tengamos que hacer al respecto”.
India ha mantenido una relación estratégica con Rusia, especialmente en el ámbito de defensa y energía, lo que ha generado incomodidad en Washington, particularmente desde el estallido del conflicto en Ucrania. No obstante, Nueva Delhi insiste en su rol de “actor responsable” en el mercado energético global.
La medida de Trump se suma a una serie de decisiones unilaterales que han reconfigurado el panorama comercial internacional durante su mandato. Ahora, con una India desafiante y un Kremlin aún estrechamente vinculado a Asia, se avecina una nueva etapa de fricciones globales.