El Gobierno de Hungría denunció este viernes un nuevo ataque ucraniano contra el oleoducto Druzhba, principal vía de suministro de crudo ruso hacia su territorio. El ministro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, afirmó que durante la noche la infraestructura volvió a ser blanco de un ataque en la frontera entre Rusia y Bielorrusia.
«Durante la noche recibimos la noticia de que, por tercera vez en poco tiempo, se había producido un nuevo ataque contra el oleoducto Druzhba, en la frontera entre Rusia y Bielorrusia. ¡El transporte de petróleo hacia Hungría se ha vuelto a interrumpir!», declaró el canciller en un comunicado.
Szijjarto subrayó que la acción representa «un nuevo ataque contra la seguridad energética del país» y acusó a Kiev de intentar involucrar a Hungría en la guerra. «¡No lo conseguirán! Seguiremos apoyando con todas nuestras fuerzas los esfuerzos por la paz y defenderemos nuestros intereses nacionales», enfatizó.
Una escalada contra la infraestructura energética

El nuevo ataque se produce apenas días después de otro golpe ucraniano contra la misma infraestructura, que detuvo el flujo de petróleo hacia Hungría y Eslovaquia.
En aquella ocasión, el canciller calificó la acción de «indignante e inaceptable» y advirtió a los dirigentes de Kiev que «la electricidad proveniente de Hungría juega un papel vital en el funcionamiento de su país».
El oleoducto Druzhba, construido en la era soviética, es una de las arterias energéticas más importantes de Europa Central y su interrupción afecta de manera directa a la estabilidad energética de la región.
Cruce de acusaciones entre Ucrania y UE

La tensión diplomática se intensificó tras las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andréi Sibiga, quien respondió con ironía a las quejas húngaras. «A Hungría se le ha dicho durante años que Moscú es un socio poco confiable. A pesar de esto, Hungría ha hecho todo lo posible por mantener su dependencia de Rusia», escribió en la red social X. Añadió además: «Ahora pueden enviar sus quejas —y amenazas— a sus amigos en Moscú».
La réplica de Szijjarto no tardó en llegar. En la misma plataforma digital, el canciller húngaro recalcó: «El hecho es que Ucrania atacó el oleoducto que suministra petróleo a Hungría», subrayando la responsabilidad directa de Kiev.
Moscú interviene en la disputa
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, también reaccionó con dureza, acusando a Ucrania de actuar sin límites. «Kiev ya no se detendrá ante nada en sus acciones, convirtiéndose en un monstruo inmoral y sanguinario», afirmó.
Hungría, miembro de la Unión Europea pero con una política energética más independiente respecto a Moscú, se encuentra en una posición cada vez más frágil. Mientras mantiene un suministro vital de crudo ruso, enfrenta crecientes críticas de sus socios comunitarios por su cercanía con el Kremlin.
El nuevo ataque al oleoducto Druzhba reabre el debate sobre la seguridad energética en Europa Central y coloca a Budapest en medio de una peligrosa pugna geopolítica entre Kiev la misma UE y Moscú, con repercusiones que podrían ir más allá del ámbito energético por cuanto se va develando un plan de cambio de gobierno junto con Serbia por parte de sus mismos socios.