La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha superado este jueves una moción de censura impulsada en el Parlamento Europeo, que fue rechazada por 360 votos en contra, frente a 175 a favor y 18 abstenciones. De los 720 eurodiputados, 553 participaron en la votación. La moción requería al menos 357 votos afirmativos para ser aprobada.
A pesar de contar con el respaldo de su propio Partido Popular Europeo, además de los socialistas, liberales de Renew y Verdes, muchos eurodiputados de estas fuerzas optaron por no asistir, lo que dejó en evidencia fisuras internas y creciente incomodidad con su liderazgo.
La moción, promovida por el eurodiputado rumano Gheorghe Piperea, logró el apoyo previo necesario (79 firmas) para llevarla a debate. Aunque no prosperó, evidenció una crisis de confianza cada vez más profunda hacia la Comisión Europea.

“La votación —la primera moción de censura de este tipo desde 2014— expone la creciente oposición política a una presidenta de la Comisión”, destacó el medio Politico.
Y aunque se trató de un gesto simbólico, el trasfondo político es significativo: el Parlamento ha servido como plataforma para críticas hacia Von der Leyen por supuesta falta de transparencia, concentración excesiva de poder y retrocesos en compromisos clave como el Pacto Verde.
La presidenta, por su parte, respondió con dureza. Ante los eurodiputados, aseguró que la moción fue “alimentada por teóricos de la conspiración, desde antivacunas hasta apologistas de Putin”. Agregó: “No hay pruebas de que tengan respuestas, pero sí de que muchos cuentan con el apoyo de nuestros enemigos y de sus titiriteros en Rusia o en otros lugares, y basta con mirar a algunos de los firmantes de esta moción para entender a qué me refiero”.
¿Qué detonó el intento de moción en contra de Von Der Leyen?

El detonante principal fue el escándalo conocido como Pfizergate. En 2021, The New York Times reveló que Von der Leyen y el CEO de Pfizer, Albert Bourla, mantuvieron intercambios de mensajes de texto relacionados con un contrato masivo para adquirir 1.800 millones de dosis de la vacuna contra el covid-19, valorado en 35.000 millones de euros.
La Comisión se negó a hacer públicos esos mensajes, lo que generó una ola de críticas. En 2023, el mismo periódico demandó a la Comisión por falta de transparencia.
Asimismo, la presidenta enfrentó una denuncia penal ante la Fiscalía de Lieja por presunta «usurpación de funciones», «destrucción de documentos públicos», y «corrupción». Sin embargo, el caso fue finalmente desestimado en enero de este año.
Aunque Von der Leyen ha salvado su puesto, la votación refleja el creciente desgaste político de su liderazgo, en un contexto europeo marcado por la desconfianza ciudadana, el auge de fuerzas nacionalistas y una Comisión cada vez más cuestionada por su manejo interno y externo.