Venezuela rechazó este martes lo que calificó como “un robo descarado y un acto de piratería internacional”, luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara la captura de un buque petrolero en el mar Caribe, cerca de las costas venezolanas.
En un comunicado oficial, el gobierno venezolano afirmó que Trump “confesó públicamente el asalto” contra la embarcación y recordó que, durante su campaña de 2024, el mandatario estadounidense declaró que su objetivo era quedarse con el petróleo venezolano sin ningún tipo de contraprestación.
Desde Caracas sostienen que estos hechos confirman que la prolongada presión de Washington tiene un propósito económico y geopolítico centrado en los recursos energéticos del país.
El texto vincula este episodio con el “robo de Citgo”, la filial de Pdvsa en Estados Unidos, que el gobierno venezolano considera arrebatada mediante procesos judiciales ilegales. Además, señala que las justificaciones habituales de Washington —migración, narcotráfico, democracia o derechos humanos— no explican la política de agresión, que tendría como eje el control de las riquezas naturales venezolanas.
El comunicado también enmarca el incidente en un contexto de movilización global contra las prácticas estadounidenses, mencionando protestas en ciudades de Estados Unidos, Europa y Venezuela. Además, acusa a Washington de intentar desviar la atención del “fracaso” del evento político celebrado en Oslo, en el que participaron sectores opositores con apoyo internacional.
Venezuela llamó a su población a mantenerse en defensa de la soberanía y exhortó a la comunidad internacional a rechazar este “acto ilegal y sin precedentes”. Asimismo, anunció que acudirá a instancias internacionales para denunciar el hecho y proteger sus recursos energéticos y su integridad territorial.

