Venezuela emitió un enérgico comunicado a través de las redes sociales de su ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, en respuesta a las recientes acusaciones formuladas por la administración estadounidense. Gil calificó de “desesperación” los ataques y señaló que las imputaciones sobre narcotráfico carecen de credibilidad y evidencian el fracaso de la política estadounidense en América Latina.
Desde la salida de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) en 2005, Venezuela ha implementado una política robusta para combatir el crimen organizado, que incluye la captura de delincuentes, el desmantelamiento de redes ilegales y el refuerzo del control en sus fronteras y costas. Estas acciones, según el diplomático, han producido resultados contundentes y sostenidos a pesar de las constantes presiones externas.
El comunicado también advirtió que las amenazas e intentos de difamación no solo afectan a Venezuela, sino que representan un peligro para la paz y estabilidad de toda la región, incluyendo la Zona de Paz declarada por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). En este sentido, el gobierno venezolano exhorta a la comunidad internacional a reconocer los avances del país y rechazar las campañas de desestabilización.
Con esta declaración, Venezuela reafirma su compromiso con la soberanía nacional y la cooperación regional, en un contexto geopolítico marcado por la tensión entre gobiernos progresistas y las políticas intervencionistas de Washington en la región.